Acompañando a El custodio, hoy se estrena en Rosario El despertar del diablo, remake del film que en 1977 Wes Craven rodara con el nombre de Las colinas tienen ojos. Coproducido precisamente por Craven, el film es dirigido por el francés Alexandre Aja, y sostiene el hilo argumental de aquél. De esa manera, la película se concentra en el viaje veraniego que la familia Carter emprende por el corazón de los Estados Unidos. Y es en medio del desierto donde el auto de la familia queda seriamente dañado luego de un accidente, en lo que significará el comienzo del calvario para el detective retirado Carter, su mujer, hijos y yerno.

Porque en un primer momento no sólo se verán obligados a sobreponerse a las inclemencias desérticas, a la posibilidad de subsistir a la falta de agua y comida. Y todo se disparará en el preciso momento en que divisen lo que, para ellos, es el destino al que intentaban llegar. Porque pronto descubrirán que en ese territorio desolado no están tan solos como parece. Sombras, gritos y cuerpos mutilados serán un preanuncio de lo que le espera al grupo de turistas accidentados: en ese desierto habita un grupo de monstruosos humanos sobrevivientes de diversas pruebas atómicas, que verán en la familia a una posibilidad de alimento. A partir de ese momento, el film se convierte en una lucha por la supervivencia, todo bajo los códigos propios del terror y el brillo de la sangre.