[HTML]LA DIGNIDAD DE LOS NADIES 8 puntos

Argentina/Brasil/Suiza, 2005

Dirección, guión, fotografía: Pino Solanas.

Música: Gerardo Gandini.

Sonido: Martín Grignaschi.

Montaje: Juan Carlos Macías, Martín Subirá.

Duración: 120 minutos.

Salas: Monumental, Del Siglo, Village, Showcase.

Si Memoria del saqueo (2004) nos propuso una genealogía de la reciente historia argentina para la comprensión de los hechos de diciembre de 2001, La dignidad de los nadies se detiene ahora en algunas de las historias que suceden a este, podríamos decir, nuevo enclave de nuestra vida política y económica.

A través del film de Pino Solanas, el espectador asiste al relato de historias de vida que suceden desde los márgenes de la gran ciudad. Sus protagonistas visten harapos, revuelven basura, resisten remates, atienden hospitales desbordados, asisten comedores populares, enfrentan amenazas de la policía y algunos, sencilla y terriblemente, sobreviven con nada.

Como si se tratara de pequeñas piezas de un puzzle gigante, el creador de La hora de los hornos (1968) entreteje las diferentes historias y dibuja una hipótesis de país maltrecho, sujeto a vaivenes de una economía dictatorial, responsabilidad de funcionarios burócratas, de mera retórica.

Allí donde antes, podemos conjeturar, la solidaridad ciudadana era comúnmente compartida ("piquetes y cacerola..."), resulta ahora protagonizada por personajes olvidados, que no poseen asidero alguno dentro de las fronteras del sistema.

Pino Solanas se atreve a compartir con ellos su cámara y sus palabras, mientras persiste en la defensa de una conciencia de clase que, arriesgo a decir, el film muestra de modo fragmentado.

Podemos rastrearlo, de hecho, desde la formulación y desmembramiento de las asambleas barriales, ante las cuales Solanas enuncia sus nobles propósitos y su carencia de acción programática: "la gente sabe lo que quiere, pero no cómo conseguirlo".

Memoria del saqueo dejaba sus puntos suspensivos respecto del nuevo gobierno, La dignidad de los nadies sitúa a éste en la misma senda que la ya recorrida por los mandatarios anteriores. Nos resulta alarmante contrastar cualquiera de los testimonios del film, con la prédica mediática que surge de la actual campaña electoral.

Este montaje arriesgado -junto con el "film consecuente"- es una actividad que corresponde, claro, al espectador, lo que es decir, con otras palabras, al mismo ciudadano.