Motivados por la necesidad de darle lugar a sus propios principios estéticos e ideológicos, algunos murgueros de La Cotorra abandonaron aquel proyecto y, en noviembre de 2009, le dieron forma al primer ensayo de Los vecinos re contentos. Desde entonces, la agrupación empezó a trabajar activamente en una escena que sigue sumando propuestas, con sus diversas variantes estéticas, pero siempre con la murga uruguaya como referente. A poco menos de un mes del festival que organizaran en La Siberia (donde convocaron a 350 personas), ahora irán por un nuevo desafío: registrar Todos somos Juan, Yugoslavia no existís, para su posterior edición en Dvd y distribución vía web. Fiel a su política popular, el show (que se anuncia mañana a las 21 en la Escuela Almafuerte de Salta 2558) tendrá una entrada de 15 pesos (diez de los cuales serán destinados a la cooperadora escolar), un buffet de precios accesibles y una propuesta firme: que el público asista, preferentemente, disfrazado.

Inspirados por los preceptos de la Murga Joven, Los vecinos re contentos comenzaron a funcionar con el convencimiento de que debían comunicarse con su público mediante un lenguaje directo y cotidiano, sin perder de vista el origen popular de aquellos a los que tomaron como referentes. "La Murga Joven empieza más que nada como un proyecto para hacer talleres de murga en los barrios, como un laburo social si se quiere", apuntó en ese sentido Marcelo Gonzáles, miembro fundador del grupo, que remarcó: "Me parece que no hay que ponerse en contra de ningún estilo, porque hay diferentes estéticas. Nos ponemos más cerca de lo que es Murga Joven porque tiene otras maneras de decir, más parecido a como decimos nosotros".

En ese marco, las decisiones en la murga son compartidas, según distinguió Hernán Roselli, uno de los últimos miembros en incorporarse al proyecto: "En Los vecinos re contentos hay decisiones en cuanto a qué se dice, cómo dice en lo estético, pero también dónde se va a decir. ¿Qué te preocupa más, cómo llegás, de qué manera, a qué lugares, para quién estás cantando; o la plata que podés juntar? O si se hacen las letras para que suenen bien, sin importar lo que estás diciendo. En Los vecinos... eso se decide grupalmente entre los que deciden participar de esas decisiones".

Tomando como sede de ensayos al Club Federal de Zeballos al 4600, Los vecinos re contentos llevan a la práctica su filosofía barrial, según apuntó otro de los fundadores, Agustín Scholer: "Hemos llegado a una madurez, empezamos a entender ciertas cosas. Nosotros tenemos una apuesta por una cultura más popular. Nuestra intención es que las entradas sean accesibles, que los precios de la barra sean la mitad que en cualquier bar".

Conformada por los citados junto a Julián Cancela, Joaquín de Zuasnabar, Lisandro Calvagna, Mariano Boggione, Mariela Carenzo, Marina Calvagna, Tomás Rubiolo, Daniel Basílico, Gerardo Bortolotto, Walter Pinto, Luciano Corvalán, Juan Reeves, Gianina Moises, Lucía Animendi y Ayelén Gallo, la agrupación registrará ahora este espectáculo donde, tomando como personaje central a Juan, una suerte de profeta, le dan rienda suelta a la crítica y el humor para, según Scholer, "apuntarle derecho a los dogmas, a la cuestión instituida".