Sáb 09.02.2013
rosario

CULTURA / ESPECTáCULOS › ALMA DE DIAMANTE, HOMENAJE AL FLACO EN EL ANFITEATRO

Lo hermoso y profundo de Spinetta

El Humberto de Nito será escenario para una lista de artistas extensa y variada, que darán voz al recuerdo. Javier Malosetti actuará junto a los rosarinos Gonzalo Aloras y Claudio Cardone. "Luis era un halo de misterio que te capturaba", señaló Malosetti.

› Por Leandro Arteaga

"Vamos a tocar un poco de música nuestra, lo de siempre, pero después arranca lo que será un tracklist especial para homenajear a Luis Alberto" dice Javier Malosetti a Rosario/12 en vistas de lo que será Alma de diamante, homenaje al Flaco Spinetta, que tendrá lugar esta noche, a partir de las 21 y con entrada libre y gratuita, en el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito (parque Urquiza).

Muchos artistas para lo que será una fiesta de la música, porque Malosetti y su banda Electrohope son apenas una de las presencias, cuya grilla suma los nombres de Víctor Parma, Ike Parodi, Mavi, Mamá Pájaro, Adrián Monzón, Fabián Gallardo. Por separado y compartiendo escenario, en función de un repertorio que tendrá videos y testimonios. Y también: "los dos invitados de lujo que tengo: Claudio Cardone y Gonzalo Aloras, dos artistas rosarinos que admiro mucho y que están linkeados de alguna otra manera también con Luis" agrega Malosetti. "Cardone tocó muchos años con Luis y está en varios de sus discos, cuando yo me fui él siguió años y años, desde Exactas; y Gonza que es un artista con una vena muy afín a lo que es Luis. Así que va a estar muy bueno. Luego de tocar con la banda, entra Claudito. Quiero que toque en el piano algún tema de Luis, con sus arreglos. Sólo el piano, es hermoso lo que hace, así que le pedí que se explaye; después tocamos algo en dúo, y luego lo invito a Gonza para tocar en trío. Después vuelve la banda y terminamos todos haciendo nuestros temas".

Javier Malosetti es uno de los bajistas más increíbles -palabra fácil de escribir pero precisa sólo en él- de la escena musical argentina. A Luis Alberto Spinetta lo unió una colaboración de ocho años, donde se ubica su participación en "Los socios del desierto". Su carrera solista se compone, hasta el momento, de once discos. El último de ellos, Envés -el tercero junto a la banda Electrohope-, es doble y está dedicado al registro en vivo y la grabación en estudio, instancia en la que el músico incluyó dos homenajes: por un lado a Gustavo Cerati con "Primavera cero", y por el otro a Spinetta con "Credulidad", preciosa versión de la canción con la que elige cerrar el disco.

-El Anfiteatro me recuerda una actuación de Spinetta rodeada de un silencio bellísimo. Lleno de gente, todos escuchando. Él se dio cuenta y lo agradeció.

-Eso es lo que produce un artista. Cuando Yupanqui toca un poco la viola como para probarla, o por la afinación, vos ya estás hipnotizado, viste. Luis tenía eso también, nosotros terminábamos de ensayar, íbamos a tomarnos un mate a la cocina, y él cazaba una viola acústica y empezaba. Mientras mirábamos la tele, con música fuerte o cagándonos de risa, escuchabas los acordecitos de algo nuevo que estaba a medio componer o cualquier cosa, balbuceado en parte en castellano, en parte en inglés, y te juro que te ponías a temblar. Lo veías al Flaco con el porro en la boca, boludeando, o salir del baño, y tenía ese halo de misterio que capturaba toda tu atención, te embrujaba. Por ahí uno se hacía el boludo, porque si él veía que uno estaba tomando el lugar del fan eso ya lo cortaba un poco, no lo quería, entonces nosotros ﷓con Claudio﷓ seguíamos boludeando, haciendo como si nada, tomando mate, hablando pavadas, pero por dentro yo me estaba muriendo. Te juro que te agarraba un ataque, parecía que no lo ibas a soportar.

-Es muy sensible lo que decís. Escucho tu disco, Envés, y aún cuando haya un registro en vivo hay algo imposible de capturar, que sólo ocurre estando entre el público.

-Hay una forma de verlo. El artista y quien disfruta de su arte de algún modo se parecen porque tienen que conmoverse ante las mismas cosas, porque hay un lazo muy fuerte donde la emotividad se toca del mismo modo en las dos personas, en el que está poniendo la viola y en el que está disfrutando de ese momento con el arte de ese tipo.

-En ese sentido, me gusta ver al músico poseído por su instrumento. En el escenario vos te transformás, como en esas fotografías a músicos de jazz...

-Y bueno... a veces en algunas fotos parece que soy down, o que estoy haciendo fuercita en el baño, pero algunas salen lindas. La verdad es que uno entra medio en trance y entonces cuando te sacan una foto seguramente salgo con una expresión en donde la cara se me pone así, cuando toco, y no en otro momento de la vida.

Si Malosetti ﷓que compartió intimidad y música, extraordinaria música, con Spinetta﷓ dice que Gonzalo Aloras tiene vena spinetteana, el reconocimiento hacia el rosarino tiene un fundamento que no esconde cariño: "Tiene que ver con su lirismo al cantar, con el buen gusto que tiene para frasear; es un artista muy influenciado por Luis, y un gran amigo también. Me encantó que los dos invitados sean locales, mi sonidista también, Guillermo Palena, que es un gran amigo, laburamos mil veces juntos, y ya que voy a Rosario a ese lugar (el Anfiteatro), donde él me hizo sonido infinidad de veces, le pedí que venga a operar".

Desde su mirada, Aloras ﷓quien abarca un recorrido que va de Mortadela rancia a la banda de Fito Páez y discos propios: Algo vuela, Superhéroes﷓ explica a Rosario/12 que "con la música de Spinetta pasan dos cosas: por un lado, hay algo que sucede con los grandes autores, y que tiene que ver con la influencia en determinadas generaciones, la famosa influencia que tiene un músico importante sobre los otros, algo que Spinetta como Charly, Litto, Fito, han provocado; por eso, yo me siento también parte de ese primer grupo, influenciado por su música. Pero después hay otra cosa, más particular en el caso de Spinetta, y es que ha sido un artista, en el sentido de lo completo de su creación. Spinetta abre un mundo, un universo, como posibilidad y no como gestus musical. Creo que ahí está lo hermoso, valioso y profundo, que ha dejado Luis, que no tiene que ver específicamente con su influencia ﷓que es positiva, porque eleva, enriquece﷓, sino con la invención de un mundo, algo mucho más complejo, difícil, que te lleva toda una vida e implica una ética muy fuerte. Hay toda una creación ética y filosófica, te diría, en todo lo que Spinetta hizo.

-La música, de hecho, es una concepción de mundo, una manera de entenderlo.

-Creo que fue Deleuze el que decía que los artistas, los músicos, son también pensadores, pero que expresan sus pensamientos a través de la música, de los libros; en el caso de Spinetta también tenés otra situación, y es que cuando ha tenido la oportunidad de hablar, sea en reportajes, durante los conciertos, o en su casa tomando una cerveza, era consistente. Es cierto que si nos escuchara ahora se cagaría de risa, porque una de las cosas fundamentales de su universo era el humor con el que él se tomaba a sí mismo. Un tipo que constantemente se desmitificaba, que se corría del lugar del genio, del maestro. Ese movimiento de su persona también forma parte de esa filosofía: concebirse a sí mismo como algo que fluye entre las demás cosas. Algo que lamentablemente no tiene manera de decirse con palabras más simples, es muy difícil. La singularidad de sus canciones, de sus discos, está sostenida con todo eso, por toda una vida que fue desarrollando gesto a gesto, con la tranquilidad, la alegría, la liviandad, de alguien que baila.

-Creo también que es injusto forzarlos a ustedes a decir algo sobre Spinetta, cuando lo que piensan está en la música que hacen.

-Es cierto, pero fijate que Spinetta es también alguien que trabajó mucho con las palabras. Uno podría estar toda la vida no sólo escuchándolo, sino también leyéndolo, todo ese material tiene un vuelo, una filosofía, una ética, es emocionante. Algo que destaco mucho, porque es lo que lo diferencia del resto. Luis ha podido encontrar la manera de decir, de hablar, sin estar en contradicción con lo que hacía musicalmente. Muchas veces un músico fabuloso no parece ser el mismo cuando lo escuchamos hablar, porque no tiene necesidad de expresarse como orador; ahora bien, el caso de Spinetta es el de alguien que le puso a uno de sus discos Artaud. Su universo se ha expandido siempre. El joven que lo admire y escuche, a través de él va a terminar leyendo a Castaneda, es decir, abre la posibilidad de meter todo el mundo en su música. Por eso es que a quienes nos influenció lo hizo para toda la vida, y no sólo musicalmente.

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