Habrá luces tenues, vivaces, hot-jazz y candor, mucho candor ¡Cuidado, espectadores! Hay mujeres que sabrán cómo desvestir la seriedad de sus miradas durante una noche de luces rojas. Apenas dejarán entrever lo suficiente. Nada mejor. Y bien lejos del modelo plástico bobalicón ﷓y gritón, siempre gritón﷓ de algunos programas televisivos. Entonces, y avisados, a disfrutar del burlesque.

La cita es mañana, a las 21.30, en la Terraza de la Cúpula de Plataforma Lavardén (Mendoza y Sarmiento). Las chicas de Buenos Aires Burlesque visitan la ciudad, con la promesa de derretir la tradicional esquina, a través de la propuesta que significa "Burlesque Extravaganza": sensualidad de antaño -si bien vigente- con aires de Gran Depresión, charleston frenético, y curvas en contraluz. Con mesitas a tono donde degustar algo y procurar el falso equilibrio de simular nada de distracción. Será difícil, pensar sino en lo que sugieren los nombres de Duchess Hornella, Sunny Honey, Naughty Claudie, Lola Mae, La Jax Fatale, Little Miss Muffin, Miss Marine Blue y Bonnie Fox. Uy..., quizás mejor sea aullar a la manera del lobo aquél, que rompía sillas sobre su cabeza ante el baile de una Caperucita Roja y crecida.

"Somos todas mujeres" dice Marina Ariana Isarelli, impulsora y protagonista de Buenos Aires Burlesque, a la pregunta de Rosario/12, "pero también hay un presentador, un maestro de ceremonia, que es el único hombre del staff. En los números de varieté suele haber hombres porque son números de baile, pero en general somos todas mujeres."

-¿Cómo definir hoy al burlesque, en qué consiste?

-Es un movimiento artístico que nace en Estados Unidos, con números de striptease que caracterizan al período que va desde los años de la década del '20 a la década del '50. En los años '60 el burlesque comienza a desaparecer. Consiste en un tipo de striptease que es muy distinto de lo que uno estaría acostumbrado a ver en la actualidad, porque se usa la sensualidad desde un lugar diferente, que no tiene que ver con sacarse la ropa porque sí. Quizás, una se puede llegar a sacar sólo un guante durante todo el número, y con ese solo guante lograr seducir. El burlesque siempre está acompañado del baile, de la música, del jazz, del blues. Podríamos decir que se trata de un striptease de otra época. Con un vestuario que combina belleza, elegancia, trajes elaborados. En el burlesque había orquestas con música en vivo, comediantes, actos de varieté, bailarines.

-Tu ejemplo me hace pensar en el famoso baile de Rita Hayworth en Gilda.

-Claro, tiene que ver con eso, con el imaginario de esa época.

-¿Cómo será la propuesta de mañana, qué nos vamos a encontrar?

-Va a haber varios números de burlesque, donde se destaca el hecho de que todas las mujeres que participamos somos muy distintas físicamente. O sea, también se trata de tomar al burlesque desde este lugar, desde una instancia donde se defiende mucho a la mujer, a todo tipo de mujer, desde cualquiera de sus características. Va a haber números de baile, variados, de swing, de blues, de charleston; también de circo, algo que era habitual para los espectáculos tradicionales. Y vamos a incluir juegos, para poder interactuar un poco con el público.

-E incomodar a los espectadores...

-(Risas) Bueno, sólo un poquito, pero es algo que está bueno porque permite que el público se anime y se desconctracture un poco. El espectador no está acostumbrado, por lo general, a este tipo de show; como no sabe muy bien con qué se va a encontrar, está bueno lograr que se puedan divertir y que la pasen bien.

-Me gusta que se apropien de una situación que suele ser "masculinizada" -a veces por las propias mujeres- para volverla un espectáculo netamente femenino.

-Ésa es la idea, y tenés razón con lo que decís. Lo nuestro es un show que es más de mujeres para mujeres, que se asume y se defiende desde ese lugar. Lo que se ve por la televisión y se define como sexy es un estereotipo que no tiene nada que ver con lo natural, que no guarda relación con las mujeres de la vida diaria. Con nuestro espectáculo estamos defendiendo un montón de aspectos femeninos, que sólo entienden las mujeres. Por eso, es más un show de mujeres para mujeres.

-Inevitablemente, pienso también en la película Tournée, de Mathieu Amalric.

-Sí, claro, Tournée de alguna manera viene a ser el neo-burlesque, que lo trae otra vez a la actualidad. Aquí, en Argentina, es un poco más difícil porque el movimiento no está en auge, recién estamos empezando, y casi te diría con seguridad que somos la única compañía en hacerlo. En Estados Unidos, en Europa, ya pueden encontrarse movimientos más grandes; hay toda una escena del burlesque que posibilitó que se realizara esa película. Nosotros todavía somos relativamente nuevos, empezamos en enero del año pasado con un primer show, apenas tenemos un año, y a partir de allí tratamos de realizar un número todos los meses.

-¿De dónde recaban entonces el material, cómo lo discuten?

-La verdad es que no hay mucha información ni películas, Tournée es una excepción. Personalmente hice viajes a Europa y tomé cursos allá, empecé sola. Las chicas que conforman el grupo me vieron hacer un número de casualidad, y a partir de ahí nos conocimos, nos hicimos amigas, y armamos la compañía. Todas coincidimos en el gusto por bailar swing, blues, ritmos relacionados con la época y cargados de sensualidad. Y quien nos ayudó mucho fue una chica australiana, Sharon Davis, que es como una diosa del burlesque, quien nos ayudó mucho a armar el grupo y a organizar el primer show. Pero mucho de lo que hacemos surge también desde la investigación personal, a través del contacto con gente que está en el mundo del burlesque, del swing, del baile, en otros países.

-¿Por qué te gusta el burlesque?

-Porque me gusta recrear mujeres de otra época. Es eso, básicamente.