Más de dos décadas debió esperar Jorge Denti para poder concretar su acercamiento a una de las figuras emblemáticas del Siglo XX: Ernesto "Che" Guevara. Radicado en México desde 1978, fundador del Colectivo de Cine del Tercer Mundo en Roma, miembro histórico de Cine de la Base y de la Red de Televisoras de América Latina (RAL), Denti produjo más de 150 documentales para cine y televisión. Desde el rol de director, su filmografía evidencia un compromiso y un posicionamiento que lo impulsó a esquivar el mito para darle visibilidad al hombre, obteniendo como resultado La huella del doctor Ernesto Guevara, el documental que esta noche a las 21 tendrá su estreno nacional en Arteón (Sarmiento 778), donde volverá a proyectarse pasado mañana, el martes y jueves próximos a la misma hora.

Responsable de obras como Las AAA son las tres armas (1978), Malvinas, historias de traiciones (1983), No al punto final (1986), Juan Gelman y otras cuestiones y Hamlet Lima Quintana y esa gente necesaria (ambos producidos en 2008), Denti acompañará el estreno de su film en Rosario junto a Juan Martín Guevara, hermano de Ernesto y uno de los protagonistas del documental. Una obra sobre la que, en diálogo con Rosario/12, el director apunta: "Había una saturación de películas sobre el Che, su personaje siempre va a inspirar nuevas películas. Yo quise hacer la película de otra forma, pero no llegó a buen puerto, porque la ficción como la quería hacer era muy costosa, entonces en un momento le conté a Alberto Granado la idea de hacer algo más testimonial. Entonces hice una investigación con los personajes que acompañan a Ernesto durante el viaje, Alberto en el primero y Calica Ferrer en el segundo, más los personajes que acompañaron a Ernesto en los diferentes países donde hizo su trayectoria. Esa fue la base de la investigación que nos permitió hacer más de 30 entrevistas a personajes de toda América Latina, centrando la idea más en la profesión de médico de Ernesto".

Con más de veinte entrevistas (entre las que se cuentan Ferrer, Granado, Julia Constenla y el citado Juan Martín Guevara), el documental basa su relato en la correspondencia que el rosarino mantuvo con su familia. A partir de ese recurso, Denti logra además mostrar rasgos poco difundidos del joven Guevara que, antes de emprender su segundo viaje, se destacaba en la investigación científica en el laboratorio del influyente doctor Salvador Pisani. "Esa es otra línea que marca la película --explica el director﷓﷓. En los diferentes lugares por los que va pasando Ernesto está presente su trabajo como médico, sobre todo en ese segundo viaje con Calica, donde hay dos momentos clave: por un lado la revolución de campesinos y mineros en Bolivia, desde donde fue a Perú y se encontró con un fuerte contraste a partir de la dictadura militar que estaba en aquella época. De todas formas volvió a recorrer los pasos que siguió con Granado por los leprosarios, y posteriormente la película lo lleva a Ecuador, a Centroamérica, con experiencias en el campo de lo periodístico, pero siempre tratando de ejercer su profesión de médico. Y después llega a Guatemala, donde su historia da un giro fundamental, porque se vivía el proceso revolucionario de Jacobo Arbenz".

--El proceso de investigación y rodaje del documental lo llevó también a recorrer la ruta de Guevara. Considerando las distancias que impone el tiempo, ¿qué sintió a lo largo de ese recorrido?

--Bueno, el continente ha cambiado y, a la vez, no ha cambiado. Los viajes por América Latina para mí fueron la otra escuela que hizo Ernesto, fue a otra universidad. Con su mirada de médico él se propuso recorrer los caminos de América, y yo traté de ir por esos caminos tratando de respetar de alguna forma la inspiración y la pasión que le puso tanto a la arqueología como a la búsqueda de las crónicas un caminante infatigable como fue Ernesto. Hoy se encuentran gran parte de los mismos problemas, con algunos lugares de América que han cambiado para bien y otros para mal. Lo que sí pudimos ver es que la presencia de él fue muy fuerte.

--Eligió una etapa en la historia del Che que le devuelve humanidad al mito.

--Exactamente, porque creo que la gente tiene estereotipos. La figura del Che está más cerca de la sociedad de consumo que la de un hombre de carne y hueso, el chico que duda, que piensa, que se equivoca. El joven médico que va en búsqueda de ser útil para el hombre.