Con una formación casi sin precedentes en la escena local, Martín Rougier sigue aceitando su nuevo proyecto como dúo de piano y batería. Después de la disolución de la refinada banda de pop-rock Austria, y en paralelo a su labor junto a Coki Debernardi en los Killer Burritos, el cantante y pianista sumó al baterista Cristián Papalardo para darle una nueva mirada a sus canciones. Tras un concurrido debut en El Diablito Cabaret, la dupla brindará esta noche un nuevo show, programado para dar comienzo a las 22 en McNamara (Tucumán 1016).

En diálogo con Rosario/12, Rougier brinda algunas precisiones sobre la propuesta: "Tenemos una formación extraña, con piano, voz y batería. Pero si bien el formato es extraño, el sonido final de lo que hacemos no lo es. Son canciones de formato clásico".

Fue una vez disuelto el proyecto Austria cuando Rougier le propuso al baterista comenzar a testear las canciones con esa formación reducida. Desde entonces, el pianista y compositor le fue dando forma a nuevas obras, aunque sin plantearse condicionamientos en relación al formato. "Soy tecladista, pero compongo con la guitarra, sin pensar en la formación. Las canciones son muy amables, las puedo hacer de diferentes formas, y a la hora de tocarlas las adaptamos a piano y batería. Incluso cuando las tocamos parece que hay más cosas, porque las canciones se dejan mimar", apunta Rougier, y concluye: "El momento compositivo es bastante caótico. Me toma bastante tiempo, no tanto diseñar las canciones sino terminarlas, porque me interesa que quede algo prolijo. Aunque cuando uno escucha no es algo grandilocuente, son canciones sencillas. Pero lleva trabajo sacar un buen audio".