Javier Sinay, el autor de Los crímenes de Moisés Ville, espera "con mucha ansiedad" la presentación de su libro en Rosario. En la minuciosa investigación de cuatro años entrevistó a varias personas que viven o estudiaron en esta ciudad. Pero no es lo único: "Sé que hay muchos hijos de Moisés Ville en Rosario", agrega. Javier Sinay estará esta tarde, a las 19, en Ross Centro Cultural (Córdoba 1347), acompañado por el periodista Osvaldo Aguirre, la historiadora Carina Frid y la realizadora de cine Sonia Helman. La Fundación Tomás Eloy Martínez consideró al libro editado por Tusquets "una de las mejores investigaciones periodísticas publicadas en 2013".

"Estuve en Rosario no sólo para hacer entrevistas sino también para buscar los expedientes criminales, que no los encontré, pero al menos ese viaje me sirvió para entender cómo funcionaba la investigación criminal en la época", agrega con entusiasmo antes de mencionar todos los sitios en los que buscó --casi siempre sin éxito﷓﷓ expedientes de los 22 asesinatos de judíos rusos que vivían en Moisés Ville, entre 1889 y 1906.

"En el Archivo General de Santa Fe hay un agujero negro para los expedientes entre 1888 y 1915. En el Archivo del Poder Judicial de Santa Fe tampoco los encontré, aunque ahí hay un libro de actas en el que dice que ingresa el expediente de Miriam o María Alexenicer, que fue en 1906", reconstruye el trabajo de revisión del pasado que emprendió gracias a un mail de su padre, recibido en 2009. "Hola Javi, entrá en esta dirección: www.generacionesmv.com/Generaciones/victimas.htm. El autor, Mijl Hacohen Sinay, es tu bisabuelo. Lo acabo de encontrar y, además de todo lo emotivo e histórico que significa para nosotros, tiene un tinte de crónica policial", decía el mensaje. Con esas palabras, abrió la puerta a un mundo en el que Javier se sumergió con devoción.

"Fue apasionante porque a medida que iba descubriendo información sobre los crímenes iba sumando información sobre mi propia familia, y me iba dando cuenta de que para mí era bastante natural dedicarme al periodismo", dice Javier, y toma distancia de su propia historia para encontrar un sentido social a su emprendimiento.

"Por un lado a mí me gusta investigar casos policiales y si ocurrió hace 120 años en un lugar a 600 kilómetros de mi casa, la investigación es un desafío mayor. Está también el tema de la familia. Esas dos cosas están relacionadas conmigo, no tienen por qué importarle al resto. Después le fui encontrando un sentido más general, de qué manera estos 22 homicidios pueden funcionar como una pequeña metáfora del surgimiento de una sociedad argentina moderna, de la fricción entre gauchos y gringos y entre criollos y gringos. Que en no mucho tiempo se transforman en fusiones exitosas. Siempre la llegada de inmigrantes es conflictiva", reflexiona Javier sobre esos orígenes que pudo rastrear.

Se trata de desmitificar el inicio de una relación que luego fue fecunda. "En realidad, la relación entre gauchos y judíos fue tan buena después... Alberto Gerchunoff escribió un libro que se llama Los gauchos judíos. Yo pregunté en Moisés Ville si existieron y algunos respondieron que sí, otros que no. Pero fue tan exitoso ese proyecto de fusión de identidades y el surgimiento de una nueva, que tapó las fricciones iniciales. En ese sentido, mi libro es optimista porque cuenta ese proceso que va desde los primeros crímenes hasta la fusión", dice el autor.

El compromiso con la memoria apareció mientras investigaba. "Cuál es el sentido mayor que le puedo dar a todo esto, este concepto que se dice 'Di goldene keit', en ídish, la cadena de las generaciones. Rescatar estos 22 homicidios y las relaciones difíciles entre gauchos y gringos y verlo a la luz de la historia, un siglo después, puede tener que ver con recuperar todo lo posible de las generaciones anteriores, para que la próxima vea qué hace con esa historia", apunta.