Desde la irrupción de El asadito Gustavo Postiglione mantuvo alerta a todos aquellos que confiaron en la real concreción de la trilogía anunciada por el propio director una vez finalizado el rodaje de quizás su obra más trascendente. Sosteniendo cierto carácter coral con El cumple, donde sin embargo abrió aun más el abanico con numerosas subtramas, Postiglione se tomó algún tiempo para completar la tríada. Aunque la demora culminará el próximo martes, cuando La peli comenzará a cobrar vida en Uruguay, donde durante una semana el realizador rodará las escenas de su nueva obra, que terminará de nutrirse en Rosario con un elenco en el que convivirán Carlos Resta, Raúl Calandra, Robert Moyano, Gustavo Guirado, Darío Grandinetti, Norman Briski, Jazmín Stuart, las uruguayas Noelia Campo, Soledad Gilmet y, en una participación especial, Natalia Oreiro.

Pero el arribo a las costas orientales no se vincula precisamente con la presencia de estas actrices, ni tampoco con la participación asociada de la productora Motor Films Uruguay, sino más bien con las bondades geográficas de una zona que encuadraba con las pretensiones del director. "Originalmente -explicó- tenía la idea de filmar en Uruguay por las características de las escenas que transcurren al lado del mar. La costa uruguaya coincidía un poco con la idea que tenía acerca de lo que debería ser esa escena".

Nacido hace ya un par de años, el guión de La Peli continuará construyéndose a lo largo del rodaje, en una metodología característica reconocida por Postiglione, quien esta vez relatará la historia de Diego, un director que, frente a un blanco creativo, tendrá un quiebre emocional en el que se incluirá un apasionado romance con una ex alumna. Entre medio, el realizador (Diego, no Postiglione) cambiará el rumbo de su obra, llevándola de una estética de Cinema Novo brasilero a una plena de erotismo kitsch. Sin embargo, no serán ésos los géneros en los que transcurrirá La Peli, según resaltó el autor a Rosario/12: "Se van a ver fragmentos de la película que este director está filmando, donde se van a hacer presentes estas ideas, pero la película en sí no va a tener ese tipo de planteos, sino que justamente cada momento de la película va a estar definido a partir de cada momento emocional del director, y le va a corresponder también un planteo estético acorde a eso. A medida que va avanzando la película se va alterando la estética en función de lo que le suceda al protagonista".

-¿Le interesaba la idea de utilizar a tres actores (Briski, Grandinetti y Resta) representando los distintos momentos de este director como forma de reflejar el comportamiento esquizoide del protagonista?

-Creo que es un poco plantear una convención narrativa que espero que el público acepte, y que está en función de que este tipo se va transformando y que siente que puede ser otra persona, a pesar de que sigue siendo el mismo. Esa transformación en otro se da también en términos físicos, o en este caso de actores, en una situación que quizás en algún momento cualquier persona pueda sentir, este hecho de que una emoción, un choque contra determinada barrera que no puede franquear, o golpear, alguna situación hace que la alteración que pueda sufrir una persona también lo hagan sentirse otro tipo. De todas maneras el quiebre que va a hacer uno de los actores para transformarse en otro es lo que va a definir la historia, para que tenga una consecuencia lógica en la transformación de uno hacia el otro.

"Lo importante es sumar experiencias nuevas y poder mezclar. La mezcla creo que es un poco lo que me atrae", consideró Postiglione, quien ha ingresado en la recta final de su comentado proyecto tríptico (y que se completaría con el estreno de esta nueva obra durante el 2007), lo que permite pensar en un nuevo rumbo para el realizador. "Creo que la misma película abre nuevas perspectivas --admitió--. Si bien cierra algo, también abre otra cosa, y lo que abre también lo muestra, entonces creo que al ver la película también vamos a estar viendo lo que está por venir".