El año comenzó con una lamentable noticia para la comunidad teatral rosarina: El repentino fallecimiento a los 30 años de edad, del actor Marcelo Fernández, integrante del grupo humorístico La Jalada Teatro que dirige Adrián Almaraz. De reciente participación en la obra "Estocolmo" de Pablo Albarello, estrenada el año pasado por Luis María Fittipaldi, donde componía a un pintoresco "Gurka", quedará en la memoria de todos los que disfrutaron de su humor tan particular. "Recuerdo al negrito por su participación en la trilogía `Las Polacas' de Patricia Suárez y en `La Varsovia', que se montó a bordo del barco Ciudad de Rosario; obras que dirigió Damian Ciampechini en el año 2007", rememoró Fittipaldi consultado por Rosario/12, tratando de armar una semblanza del actor desaparecido.

En el 2008 Ciampechini, según relato del propio Fittipaldi, convocó a Fernández para participar de el mega﷓espectáculo "Acquariam", una producción que se mantuvo exitosamente en la cartelera local. "El negrito" como todos lo conocían afectuosamente, supo ganarse un sitio preferencial en el colectivo La Jalada Teatro, donde encontró su lugar en la escena rosarina, contenido por un grupo que lo evoca a partir de las palabras de su creador.

"Fui su último director, trabajamos juntos durante seis años en La Jalada, director y amigo. Siempre trabajando en conjunto con Marcos Sánchez, Franco Bonino y Pablo Carnicelli (los otros integrantes de La Jalada); concretamos muchos de mis delirios escénicos tanto actorales como de escenografía propiamente dicha", comenta Adrián Almaraz.

"Marcelo también era un excelente dibujante y cantante. Hace siete años que entró a mi vida y a La Jalada teatro, donde su primer participación fue creando el personaje de un folklorista presentador, hasta que a fuerza de trabajo en equipo y sobre todo individual; fue ganándose un lugar más que protagónico y decisivo dentro del grupo", agrega un emocionado Almaraz

Fernández era, según los comentarios de sus compañeros de La Jalada, una parte fundamental de ese grupo que nació allá por el 2006 en la Escuela Provincial de teatro y títeres y cuya consigna fundamental era que "la comicidad no debe abolir el contenido y puede ser un vehículo óptimo para el entretenimiento, la expectación y la conciencia".

"El negro amaba a La Jalada, porque era libre para romper paradigmas y cosas solemnes, como la técnica actoral, los prejuicios temáticos, los conceptos; el humor del grupo era un manantial para él y para todos nosotros, nos retroalimentábamos. Creábamos monstruos de risas que pegaban alto y bajo, al mismo tiempo", dice el director del grupo.

Para Almaraz que fue uno de los creadores que lo conoció más de cerca y registró gran parte de su creatividad a partir de los encuentros y las funciones del grupo; Fernández, era un actor-artista de los que no abundan. "Completo, arriesgado, incorrecto, pasional y chicanero, fiestero. Lograba transformar en fiesta los lugares por los que transitaba"

Fittipaldi también impactado por la noticia, recuerda con emoción el personaje que Fernández compuso para su última obra y algunas participaciones más allá del teatro. "En el cine el negrito también dejó sus huellas. Participó del cortometraje `Llantos' de Felipe Martínez Carbonell filmado en el año 2012 y para esa misma época forma parte del staff de `El muerto y ser feliz'; largometraje dirigido por Javier Rebollo, donde el protagonista era nada menos que José Sacristán, película que tiene algunas escenas filmadas en Rosario", recordó Fittipaldi.

En una ciudad célebre por sus "negros memorables" (Olmedo, Fontanarrosa) vaya un recordatorio para este negrito Fernández, también actor, también humorista, también buen tipo y compañero de escenas que seguro deberá estar repasando para volver a sorprendernos con alguna de ellas. En el momento menos pensado".