Proponiendo al cruce de lenguajes como medio para intentar "un acercamiento a la ciudad en la que vivimos, conociéndola en su cambiante devenir, y en su interacción con la naturaleza que la rodea y la modifica; buscando entender la huella que dejan quienes la piensan y la diseñan", Agua brindará mañana una nueva función en Rosario. De carácter colectivo e interdisciplinario --característica dada por la convivencia de música, danza, fotografía, poesía y audiovisuales--, el proyecto se presentará a las 20 en el túnel del Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Boulevard Oroño y el río). La función, gratuita, será reprogramada en caso de lluvia.

Impulsada por las bailarinas Belén Wegelin y Carola Rondinella junto al fotógrafo Ralf Seeber, Agua fue alimentándose de nuevas disciplinas a partir del aporte de Huth Producciones Audiovisuales, del bandoneonista Claudio Bergese (responsable de la música original, que además interpreta en vivo) y del escritor Patricio Raffo, que aportó textos propios y ajenos para sumar vuelo poético a un proyecto que suma además los aportes de Cecilia Ominetti en vestuario y el registro sonoro de Adolfo Corts.

Abriendo con la presentación de las fotografías de Seeber y la proyección de audiovisuales, Agua fluye hacia el encuentro escénico de la dupla de bailarinas junto a Bergese y Raffo, que interaccionan poniendo música y palabras a la interpretación de Wegelin y Rondinella. "Entre los cuatro hicimos una codirección de esa parte, que realmente resultó en una cosa muy, muy piola", evalúa Raffo, poeta y colaborador de la sección Contratapa de Rosario/12, que además de aportar textos propios tuvo a su cargo la selección de poemas ajenos.

"Hay un texto de Irma Peirano, dos textos de Juan L. Ortiz que fueron adaptados por mí, otro de Hugo Diz, que también es una adaptación, y un texto mío --detalla Raffo--. Los textos de Irma y Hugo enlazan relaciones amorosas con el agua. El texto de Hugo es un texto muy delicado, extremadamente delicado. Los de Juanele son más introspectivos, bien como era Juanele, donde habla más específicamente del agua, nombrando al río rosado y diversas circunstancias. El texto mío, el texto final, es más fuerte y definitivamente enlaza lo que representa una relación entre un hombre y una mujer, asimilando lo que es un río de tormenta, totalmente vertiginoso, con una relación vertiginosa con una mujer".

Entre los fraseos chamameceros y tangueros de Bergese --que desde su virtuosismo como instrumentista propone una variedad de climas y texturas--, se suceden así versos que transitan la soledad, la noche, el engaño, la ilusión, el amor y la tempestad. Todo, siempre, atravesado por el agua y su encanto, su transcurrir. Por el sinuoso devenir que va marcando la historia misma de la ciudad y sus habitantes.