Las calles y las plazas de Rafaela, las avenidas céntricas y las callecitas de las vecinales, la carpa popular, las salas históricas, enmarcadas por molinetes multicolores; desbordan desde este martes de entusiastas vecinos y visitantes de distintos puntos del país. Todos se han dado cita para festejar los 10 años de vida del Festival de Teatro 2014 que hoy terminará de apagar sus últimas velitas en el imponente Cine Teatro Municipal Belgrano.

En una recorrida por el Complejo Cultural del Viejo Mercado, un viejo edificio reciclado que alguna vez supo ser la estación terminal de ómnibus, el Intendente Luis Castellano y el Secretario de Cultura Marcelo Allasino, le daban a la prensa nacional una de las claves del funcionamiento de esta gestión que continúa apostando por la cultura local y regional.

Según las autoridades del municipio rafaelino, a la hora de consultar a la comunidad acerca de cual sería el destino de esas instalaciones del Viejo Mercado, la gran mayoría coincidió en que más allá de algunos locales comerciales, el espacio debería albergar las diferentes escuelas de arte y ser nexo entre museos y distintos espacios culturales de esta inquieta ciudad santafesina.

Con esa misma impronta el pueblo de Rafaela sostiene y avala la decisión política de sus gobernantes al revitalizar uno de los festivales de las artes escénicas más importantes del país, que le pertenece por la presencia abrumadora en largas colas que se repiten a lo largo de los diferentes espacios donde se presenta lo más significativo del teatro nacional.

En diez años de trabajo ininterrumpido se ha ido construyendo un puente entre organizadores, autoridades, artistas, creadores nacionales e internacionales que han colaborado junto a la prensa y algunos críticos nacionales; a difundir y hacer realidad este sueño colectivo.

De allí el explícito agradecimiento del Festival a un grupo de históricos participantes, integrado por artistas y periodistas considerados como "invitados de honor", entre los cuales se encuentra quien escribe esta nota.

Nuevamente la acertada programación, más allá de algunas consideraciones críticas que enriquecieron la ya instalada Mesa de devoluciones, la cada vez más abundante grilla de espectáculos que conformaron un itinerario de siete obras por día distribuídas entre los distintos espacios de la ciudad, sumado a los talleres y actividades especiales,dan un panorama de la magnitud de esta auténtica fiesta del teatro.

Resignificando el nuevo espacio del Viejo Mercado, el grupo porteño Piel de lava a partir de "Museo", intervino las instalaciones con un grupo de "creativas diseñadoras" que entraron en conflicto con los bordes de sus propios espacios interiores.

También de Buenos Aires, llegaron el impactante texto de Griselda Gambaro "Querido Ibsen: Soy Nora", con la dirección del talentoso Silvio Lang, "Yo te vi caer", performance de la dupla Diana Szeinblum y Santiago Loza, atravesada por la reconocida dramaturgia de este úlimo.

"Todos mis miedos", la controvertida y aplaudida "Baby Call" y la impactante "Los cuerpos", fueron parte de las estéticas premiadas por la Bienal Arte Joven de Buenos Aires que marcaron fuertes búsquedas estéticas.

"El Enko" de Mendoza dirigido por Juan Comotti volvió en "Pajarito" sobre una búsqueda lascerante de un mundo pocas veces abordado por el teatro de los últimos años: La poética de la marginación, un mundo "feo", protagonizado por aquellos personajes que la estética televisiva y las dramaturgias políticamente correctas, mantienen en la oscuridad.

Rosario estuvo representada por "Ya estoy solo", monólogo escrito por la rafaelina y rosarina por adopción Romina Mazzadi Arro, con la notable interpretación de Elisabet Cunsolo y la dirección de Paula García Jurado.