Después de haber participado del concurso De las sombras a la luz, el fotógrafo Diego Paruelo inaugurará mañana su muestra Malvinas, imágenes de un naufragio, una serie de 16 fotos donde retrata la intimidad de Sergio Gasco, ex combatiente de Malvinas que falleciera en 2003 como consecuencia de una enfermedad terminal. Evitando caer en los golpes bajos con las que ese contexto podría haberlo tentado, el joven fotógrafo de la revista Rolling Stone redujo tres años de trabajo en esa pequeña cantidad de obras, sintetizando allí un caso único que no pretende universalizar el drama que rodea a los sobrevivientes de la guerra de 1982. Una serie de imágenes que, desde su apertura a las 19.30 y hasta el próximo 15 de septiembre, podrán visitarse en la sala central del Museo de la Memoria (Avenida del Valle y Callao).

Pensado inicialmente como un ensayo fotográfico relacionado con los ex combatientes de Malvinas, el trabajo de Paruelo terminó cercándose en torno a la figura de Gasco, cobrando desde ese momento un tono que alejaba al trabajo de un espíritu globalizador. Asimismo, fue la receptividad del propio protagonista de las imágenes lo que terminó de cerrar el vínculo, según relató Paruelo a Rosario/12: "Al principio me costó mucho llegar a los ex combatientes, porque no todos se prestan para hablar y fotografiarse, pero a partir de entrar en el centro de ex combatientes de Lanús me puse en contacto con la historia de Sergio. El era una persona que descreía de los centros de ex combatientes, un caso medio atípico, pero a raíz de ir conociéndolo se fue generando una buena relación. Así empezamos la historia y en el transcurso de tres años fui fotografiándolo, encontrándonos una o dos veces por semana en todo ese tiempo. Incluso a veces nos encontrábamos y no le sacaba fotos porque no estaba de ánimo, entonces quizás charlábamos. Uno trata de no vincularse tanto con la persona, pero es comprensible que ocurra. De hecho él me contaba cosas de Malvinas y yo lo grababa, y para él también fue una forma de hacer catarsis de toda su historia".

Esa apertura emocional ante el artista desnudaba también algunas de las consecuencias de una guerra que encontró a Gasco como uno de los testigos directos de la batalla en Monte Longdon, una de las más crudas de todo el enfrentamiento. "Sergio sufría del síndrome de stress post traumático, además tenía secuelas, había perdido la audición de uno de los oídos y producto del frío que había pasado se le hinchaban las piernas --detalló el fotógrafo--. Después con el paso del tiempo a él le descubrieron un cáncer en el pulmón y de a poco se fue desmejorando".

-¿Desde dónde se posicionaba como fotógrafo para afrontar estas situaciones de intimidad?

-Uno trata de posicionarse desde un lugar que no signifique un golpe bajo, sino de mostrar esa realidad como algo que pasaba. Pero no desde el lado de la lástima. Creo que en las fotos se ve que eso no está buscado en ningún momento, sino que se muestra la realidad que él atravesaba. Y que es un caso entre miles, entonces traté de llevarlo lo mejor posible sin caer en golpes bajos. Creo que lo logré.