"¡Qué idea más graciosa la de meterse a escribir dramas!", dice Pavel Vasilich personaje de "Un drama" -cuento de Antón Chéjov-, en una frase que bien podría sintetizar la polémica relación entre su obra escrita y las distintas puestas en escena de la misma. Precisamente este es uno de los cuatro textos breves ("El y ella", "Una desgracia", "Un drama" y "Sobre el daño que causa el tabaco") que integran la séptima edición del Ciclo Cuatro Cuartetos, que puede verse todos los sábados de octubre a las 21 en el teatro La Comedia de Mitre y la Cortada Ricardone.

Esta frase que Vasilich, alter ego del propio Chéjov, rumia para sí mismo ante la catarata de palabras que la señora Murachkin descarga intentando que éste apruebe su mamotrética creación; podría asociarse con aquella reflexión célebre que todavía hoy sigue vigente: "He escrito vaudevilles y Stanislavski ha puesto dramas sentimentales en el escenario".

Pareciera que los personajes del genial escritor y dramaturgo ruso reclamaran en su nombre. Un tipo de puesta diferente a las que muchos creadores y directores realizaron sobre una obra a la que solemnizaron y convirtieron en tediosa y poco atractiva.

En este sentido "Tu, Yo y Chéjov", sugerente título que eligió Cuatro Cuartetos para darle forma a este verdadero homenaje al autor de "La gaviota", "Tío Vania", "El jardín de los cerezos", por nombrar solo algunos clásicos de su autoría; se propone como una alternativa para desacralizar la narrativa chejoviana y transformarla en un fenómeno vivo.

Una vez más el humor se convierte en la herramienta por excelencia para acercar un material de uno de los más agudos escudriñadores de la vida cotidiana. De las pequeñas miserias de sectores sociales que se negaban a dejar paso a los nuevos vientos de la historia.

En esta oportunidad el ciclo seleccionó a dos dúctiles actores rosarinos: Elisabet Cunsolo y Daniel Feliú para dar cuenta de cuatro textos adaptados por el dramaturgo Juan Pablo Giordano y dirigidos por Romina Mazzadi Arro, Oscar Medina, Pablo Fossa y Matías Martínez.

En los aspectos técnicos y completando la escena, la voz cálida y sugestiva de Sandra Corizzo, acompañada de un piano que marcó las notas de preludio y apogeo de este espectáculo que fue atravesado por las imágenes del oportuno audiovisual confeccionado por Nicolás Valentini.

La dupla Feliú-Cunsolo se pondrá al servicio de la estrategia de dirección y nueva escritura teatral que diseñaron para ellos, directores tan creativos como diferentes a la hora de organizar la escena.

"Cuatro Cuartetos" se permite incluso modificar su propio formato e intentar el juego con sólo dos actores. De allí la validez del riesgo que significa avanzar sobre nuevas formas con el aval que da la experiencia de maestros como Oscar Medina ("El y ella"), un director que sigue apostando a la solidez del texto como materia lúdica y formadora del actor. "Tú, yo y Chéjov", se nutre de directores que han compartido su trabajo con prolíficos dramaturgos de la ciudad, como es el caso de Pablo Fossa ("Una desgracia") que compartió con Juan Pablo Giordano gran parte de su última producción.

Detrás de esa potente y dúctil actriz que es Elisabet Cunsolo, se encuentra la mirada de una docente y directora como Romina Mazzadi Arro ("Un drama"), que interviene con su propia experiencia como dramaturga. Completa el cuarteto el actor, director y dramaturgo Matías Martínez ("Sobre el daño que causa el tabaco") que ha demostrado en sus obras una particular visión del hecho dramático.

Hace dos años el ciclo dio un giro en la elección de sus temas y priorizó el abordaje de autores como Shakespeare y Fontanarrosa, que como en el caso de Chéjov, son siempre un atractivo para un público que en algunos casos va a "reencontrarse" con lo que se espera de un "clásico" y en otros se dispone a que esos mismos clásicos lo sorprendan.