Reunidas bajo el proyecto luego bautizado como Igualita a mi mamá, Alma Maritano, Haydée Beltrandi y Mónica Toquero coincidían ya en una inocultable y mutua admiración. De esa manera, autora, directora y actriz, respectivamente, descubrieron en la obra una posibilidad de volcar sobre el escenario ese sentimiento de respeto y devoción. Así, después de una única función de estreno, la puesta se presentará esta noche a las 20 en el Centro Cultural Ross (Córdoba 1347), donde retornará la semana próxima en idéntico horario.

Consultada por este medio, Maritano se refirió respecto a la temática que impregna a la obra, un texto que tiene claros sus objetivos: "Fue escrito con una intención temática que para mí viene siendo algo muy importante, desde siempre, cierta denuncia de los modelos que se nos ponen a las mujeres como inevitables. Sobre todo en esta época donde veo chicas que dejan de comer, o que tienen los ejemplos de querer ser modelos publicitarias, que son sus espejos. Es esa cuestión de dónde se están mirando los jóvenes de hoy. Pero no por una cuestión feminista, porque no lo hago desde esa postura, sino buscando denunciar al mismo tiempo la corrupción que hay detrás de estos modelos de belleza ficticios, y cómo todo se mueve a partir de la apariencia. Esta cuestión de la apariencia, que los medios magnifican y toman como una constante, es algo que siempre me interesó temáticamente".

En algunos apuntes originales, reunidos bajo el título de Tres tristes trajes (hoy subtítulo de la puesta), Maritano presentaba una tríada de personajes, aunque luego convirtió a la puesta en un unipersonal, convencida de las cualidades actorales de Toquero. La actriz, entonces, recibió una obra pensada para su propia capacidad. Sobre esa experiencia, Toquero comentó: "Tener un texto de Alma y que me dirija Haydeé para mí fue espléndido. Primero porque estaba segura de que el texto iba a ser estupendo, y después porque la puesta que me plantea Haydeé significa un desafío desde lo actoral, porque nunca había manejado este tipo de situación que va entre lo trágico, lo cómico y lo grotesco, que me hace mover y mostrar distintos sentimientos y estados de ánimo".

Conducida bajo la elogiada mano de Beltrandi --"Saber que lo iba a dirigir Haydeé era para mí una confianza de que eso iba a estar hecho con la mayor seriedad. Creo que es la primera vez que veo mi texto y lo escucho correspondiendo textualmente a cada palabra que escribí", dijo Maritano.