Allá por los primeros años de la revulsiva década de los '90, nace en Rosario, más precisamente en las aulas de la histórica Escuela de Teatro, una formación teatral autodenominada "Junta Parateatral", denominación que acompañaba al nombre La Piara que fue como se la conoció dentro y fuera de la ciudad. Como bautismo de fuego se presentaron con su primer incursión en la escena local: "Pelo de grasa", una propuesta que tenía como disparador a uno de los textos más emblemáticos de la vanguardia teatral argentina: "Decir sí" de Griselda Gambaro. La producción que estuvo en cartel durante 4 años, marcó un antes y un después en la historia del movimiento teatral rosarino y consolidó a La Piara como un referente de las nuevas tendencias que comenzaban a consolidarse ya en el teatro porteño. Este año el Centro Cultural Parque de España, decidió inaugurar su temporada teatral 2015 estrenando "Representación nocturna del Marqués de Sebregondi". Espectáculo creado por los integrantes históricos de La Piara, ahora agrupados en La Sociedad Secreta de Actuación.

La propuesta, que podrá verse el viernes 27 y el sábado 28 de este mes a las 21.30 en el Centro Cultural Parque de España (Sarmiento y el río Paraná) gira en torno al universo literario del escritor Osvaldo Lamborghini, haciendo especial hincapié en un texto llamado "El niño proletario", según dijo a Rosario/12 el actor, director y dramaturgo Matías Martínez.

"El espectáculo narra el encuentro de tres amigos pertenecientes a la burguesía que cuando eran niños violaron a un niño proletario; luego de varios años de haber perpetrado aquella aberración deciden volver a juntarse y la forma que eligen de hacerlo es a través de una representación en un teatro que ellos llaman `petite teatre'", explicó Martínez que además de dirigir es uno de los protagonistas de la obra.

-¿Qué motivaciones son las que te llevaron a desempolvar un personaje de la siempre perturbadora escritura de Lamborghini?

-"El Marqués de Sebregondi" es uno de los personajes que habitan la literatura lamborghiniana y nuestro interés para llevarlo a escena se podría relacionar con la definición que hace de él, el propio Lamborghini: "Homosexual activo, cocainómano ("paciencia, culo y terror nunca me faltaron", dice), el Marqués de Sebregondi. En el relato la droga la tomaba según dice Martínez frente al espejo y después hacía el chiste: "Soy Narciso, el del estanque: estancamiento y desastre".

La Sociedad Secreta de Actuación se basa en este personaje para armar "Representación nocturna", decidiendo ponerlo en acción a través de la lectura del texto "El niño proletario" del autor de "Las hijas de Hegel"; Tadeys y "Teatro proletario de cámara", entre otras transgresoras escrituras.

Volviendo tras las perturbadoras huellas de La Piara, Martínez comentó a este diario que el texto de Lamborghini no es más que el disparador de un espectáculo oscuro, violento y sexuado al que utilizan como excusa para poder hablar y criticar el discurso de la derecha argentina.

"Utilizamos ese texto como medio estético para hacer una crítica sobre el discurso violento y reaccionario de la derecha argentina donde la idea de explotación, odio de clase y subyugación del otro es, al decir de Sebregondi: `Un acontecimiento lógico y natural`", aseguró el director.

-¿Se pueden encontrar algunos puntos de contacto en este estreno con otro trabajo de La Piara: "H", estrenada a fines de los 90, donde cruzaban Hamlet con textos de Roberto Arlt?

-La relación con "H" es que somos los mismos de aquella vez pero con más experiencia, años y cierta trayectoria que hace que hoy se nos invite donde se nos invita. En aquella época, era impensable que nos quisieran invitar de alguna institución de renombre para que abriéramos su temporada teatral; pero las ganas de seguir provocando creo que son las mismas ( por eso elegimos Lamborghini); sólo cambian los espacios y un mayor recorrido escénico", dijo Martínez.

Los actores que interpretan el espectáculo son Matías Martínez y Martín Fumiato, con el aporte en piano de Matías Tamburri, la escenografía y el montaje de Federico Fernández Salafia; el maquillaje y el vestuario de Ramiro Sorrequieta, en la gráfica Federico Tomé, la fotografía de Andrés Macera, la prensa de Candela Bianchi y la dirección general del propio Martínez.