CULTURA / ESPECTáCULOS › MUSICA. ENTREVISTA A AGUSTíN TAMAGNO, DEL ENSAMBLE FULMINI
Especialista en la música de los períodos barroco y clásico, la joven agrupación rosarina se presentará esta noche en la Biblioteca Argentina, donde interpretarán obras de Vivaldi, Händel y del oboísta virtuoso Giovanni Benedetto Platti.
› Por Marisol Gentile
Un concierto de lo más interesante tendrá lugar esta noche, a las 21, en la Biblioteca Argentina, como parte de los tradicionales conciertos de los viernes que organiza la Secretaría de Cultura municipal. En esta oportunidad la función estará a cargo del Ensamble Fulmini, agrupación con dos años y medio de vida integrada por estudiosos, talentosos y jóvenes músicos locales, y cuyo principal objetivo es la interpretación en estilo de la música de los períodos barroco y clásico. Fulmini ("relámpagos", en italiano) está integrado por Gustavo Di Giannantonio, Nicolás Toneatto y Magdalena Basile en violines, Lucas Soria en viola, Claudia Di Giannantonio en cello, Guillermo Properzi en contrabajo, Juan Carlos Saez en clave y Agustín Tamagno en oboe.
"El grupo surge a fines del 2012 como un grupo de amigos, en donde a todos nos gusta la música barroca y la interpretación historicista, a los que un día les propuse juntarnos a hacer conciertos con obras de este período --dice a Rosario/12 Agustín Tamagno, oboísta del grupo--. A partir de ahí nos establecimos como un grupo estable, y el repertorio que abarcamos pertenece fundamentalmente al del período barroco y el rococó, ya que casi todos estudiamos instrumentos historicistas y nos gusta el enfoque que los especialistas aplican en el discurso musical de esa época. La idea es tratar de hacer lo mismo trabajando por nuestra cuenta".
El grupo no tiene director, y en referencia a lo artístico, todos colaboran y participan dando ideas. En constante formación en la interpretación de la música antigua con docentes especializados, como grupo se proponen estudiar la técnica correspondiente a cada instrumento del ensamble, para así trabajar la música desde una perspectiva puntual a los conceptos que se manejaban en la época, esto es, cuando se compuso la obra.
Así y con esta premisa, desde su fundación hasta la fecha, el Ensamble Fulmini se ha presentado en diversas salas de la ciudad de Rosario. También fue convocado en 2014 y 2015 para acompañar a los mejores oboístas de Latinoamérica en el marco del Oboefest. En esas dos ediciones, la agrupación estuvo preparándose con uno de los mejores oboístas barrocos, Diego Nadra.
Fieles a su perfil, el programa del concierto del viernes estará centrado íntegramente en la producción del período barroco, y como representantes escogieron a Vivaldi (del cual harán "Concerto Ripieno para cuerdas y continuo en La mayor, RV 158", "Concierto para violín, cuerdas y continuo en la menor, RV 358" y "Concierto para oboe, violín, cuerdas y continuo en Sib mayor, RV 548"), a Händel ("Concerto Groso en sol mayor, HWV 314") y a Giovanni Benedetto Platti: del oboísta virtuoso y también compositor interpretarán su "Concierto para oboe, cuerdas y continuo en sol menor". Todo el repertorio es original para la formación.
Avanzando en la charla, cuando el músico se refiere a "corrientes historicistas" hace mención a esta inclinación a la interpretación de la música antigua lo más cercano al estilo en que se practicaba en esa época. Máxime que cuentan entre ellos con instrumentistas que participan tocando instrumentos antiguos, para emular la sonoridad barroca.
"Gustavo, Nicolás, Claudia y yo tocamos instrumentos de época, y hemos participado en otros proyectos barrocos y clásicos", explica Tamagno. "Una de las principales diferencias con los instrumentos modernos se centra en la afinación: para el barroco se utiliza la afinación A=415hz; para el clasicismo se utiliza A=430hz, mientras que los instrumentos modernos afinan en A=440. Las diferencias físicas de los instrumentos de cuerda han variado muy poco desde el barroco, lo más notorio son las cuerdas de tripa (utilizadas en el barroco y clasicismo) versus las cuerdas de metal que se usan ahora, y los arcos barrocos, que tienen otra curvatura y peso a los clásicos y actuales".
"En el oboe sí se ven muchísimos cambios. El oboe barroco fue diseñado en 1685, con sólo dos llaves para el dedo meñique de la mano derecha (una para destapar un orificio que siempre está tapado, y otra para tapar un orificio que con el dedo es imposible llegar). A partir de allí, se fueron agregando llaves: hay oboes clásicos de cuatro y de ocho llaves, todo esto para facilitar posiciones que eran muy difíciles de hacer y para poder tocar en más tonalidades. Hasta que se llegó al oboe moderno, donde también se cambió de madera, y ahora hay más de 20 llaves para poder tocar en cualquier tonalidad. También se amplió el registro", señala.
Dentro de las próximas presentaciones del Ensamble se destacan más conciertos en Rosario y alrededores, junto a una propuesta por parte de Rubén Albornoz (solista de oboe de la Orquesta Estable del Teatro Colón) para tocar un programa en conjunto en Buenos Aires, a mediados de año.
"El proyecto del grupo es fundamentalmente el de tocar música en estilo, estudiando con fuentes escritas cómo se hacía en la época, y hacerlo todos juntos, generando un discurso musical históricamente informado", agrega Tamagno, y concluye: "Una meta a lograr es la de tocar más conciertos con instrumentos de época, apelando a que a un gran número de personas le agrade nuestro trabajo".
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