Lun 20.04.2015
rosario

CULTURA / ESPECTáCULOS › CINE. A CIEN AñOS DE LA MASACRE SE REALIZARáN DIVERSAS ACTIVIDADES

Dolor y memoria: el genocidio armenio

En medio de la polémica desatada tras los dichos del Papa y la reacción del gobierno turco, el viernes inaugurará en el ECU una muestra que permite descubrir la cultura armenia. Además la Cátedra Armenia de la UNR sumará otras propuestas.

› Por Emilio A. Bellon

Desde hace varios días una continua polémica, que se manifiesta en respuestas agresivas por parte del gobierno del Estado turco, ha pasado a ser noticia de primera plana en los diarios internacionales. Y es que, como contadas veces ha sucedido, la voz de una autoridad religiosa se elevó por encima de silenciamientos. A una semana de las declaraciones del actual Papa sobre la masacre de gran parte de la población armenia, definiendo este trágico hecho que se abre en 1915 y continúa en años sucesivos, mediante exterminios y deportaciones, como "el primer genocidio del siglo XX", las palabras de las máximas autoridades del actual oficialismo de Turquía no aceptan la responsabilidad que les incumbe, no expresan dolor alguno; sino, que, por el contrario, intentan ridiculizar estas palabras, afirmando, como hemos leído en algunos medios, de "estupideces", de boca del propio presidente Recep T. Erdogan, advirtiéndole además "que no vuelva a cometer semejante error".

Fue en el marco del recuerdo de los mártires cristianos armenios (recordemos que Armenia fue el primer Estado que adoptó el cristianismo como religión oficial), que el Papa amplió su denuncia sobre los genocidios del siglo XX, haciendo mención, paso siguiente, a los genocidios perpetrados por el nazismo y stalinismo. Y más recientemente "a otros exterminios de masas como los que ocurrieron en Camboya, en Ruanda, en Burundi, en Bosnia". Desde su amenazado lugar, Jorge Bergoglio, quien desde su prédica apunta a lo que otros pontífices han callado, en un escenario de conspiraciones, a proponer un camino de reconciliación, en nombre de una paz mundial, entre ambos pueblos.

Hombre polémico, el actual Papa desde su condena a estos hechos (aunque en otros sigue siendo muy discutido) ha permitido con este recordatorio despertar en los numerosos medios un grado de reflexión inédita, a cien años de este genocidio, que fue considerado como tal en 1985 por las Naciones Unidas. Recordemos, por otra parte, que durante el gobierno del Doctor Raúl Alfonsín, en sintonía con el Parlamento Europeo, ya en 1987, se reconoce oficialmente el Genocidio Armenio; lo que será ratificado en el 2007, a través de la aprobación como ley.

En estos días, y a pocos días de la conmemoración por calendario, el viernes 24 de abril tendrá lugar en el Espacio Cultural Universitario (San Martín 754) una muestra que nos permite conocer aspectos de la cultura armenia, acompañada por una publicación que se puede consultar y adquirir, Armenia, su pueblo y su tierra milenaria, cuya autora Mirta Djeredjian subraya, fundamentalmente, todo lo que hace al legado cultural, desde los primeros tiempos, mediante fotografías, selección de textos, recorridos. Es en la última parte, en este último capítulo, donde leemos algunas informaciones respecto de este genocidio.

El vocablo "Genocidio" lo empleó por primera vez en 1944 un magistrado jurídico polaco, de origen judío, Raphael Lemkin, para referirse el Holocausto que estallaba en Europa por directivas del gobierno nazi. En esa oportunidad fue el mismo Lemkin que, mirando hacia el pasado inmediato, igualó los hechos de ese presente con los que habían ocurrido trágicamente con el pueblo armenio. En los días posteriores a la finalización de la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas adoptaron este término, esta palabra testimonio, para definir "los actos cometidos con la intención de destruir, de manera total o parcial, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso". Queda pues, implícito en esto, que la intención final es "borrar a las personas como a toda huella de esa cultura".

No sólo en el ECU la memoria sobre la cultura armenia está presente. Afortunadamente, en los mismos espacios de investigación de nuestra Universidad funcionan cátedras sobre la Memoria, Derechos Humanos, Diversidades Sexuales. Y entre ellas, entre tantas otras, la Cátedra Armenia, creada hace algunos años, lleva adelante programas colectivos, de búsqueda, análisis y difusión de la cultura de este oprimido pueblo. Desde la dirección a cargo de Sabrina Demirdjian, acompañada por sus dos hermanas, Delfina y Florencia, bajo la responsabilidad académica de Alberto Neirot, este espacio institucional ha abierto diálogo de manera interdisciplinaria con aspectos competentes a la cultura de esta comunidad, que se manifiesta en variadas expresiones artísticas, investigaciones de geopolítica, historia y memoria, vínculos con otros centros sobre temáticas afines.

Y en relación con el recordatorio, éste tendrá lugar el próximo viernes 24, a las 19, en diferentes espacios del Museo de la Memoria (Córdoba y Moreno), que programa constantemente actividades relacionadas con las tragedias individuales y colectivas, a partir de recorridos por testimonios de todo orden y de todas las latitudes. Espacio institucional dirigido y coordinado, con manifiesto profesionalismo, responsabilidad y entrega, por Rubén Chababo, Viviana Nardoni y todo un gran equipo de trabajo que integran el Departamento de Educación, el espacio de "Jóvenes y Memoria", su Biblioteca y centros de investigación, entre otros ámbitos abiertos al público, a escuelas.

Como decíamos, este próximo viernes la Cátedra Armenia nos acerca su invitación para participar de un programa que nos lleva a interrogarnos, reflexionar, proyectar nuestras inquietudes a partir de numerosas expresiones de diferente orden que abren a un encuentro compartido. Y el recorrido, su programa, incluye una muestra fotográfica de retratos de niños sobrevivientes, que se proyecta hasta hoy, la cuarta generación; la presentación del video Yo reconozco el genocidio armenio y la participación de dos jóvenes compositoras e instrumentistas que ofrecerán su repertorio musical.

En esta segunda parte de esta breve nota (sobre comentarios críticos y testimonios, historización y herencia cultural del pueblo armenio, se pueden consultar ensayos y textos varios en numerosos medios gráficos del día de ayer), pasamos, ahora, a recordar a algunos de los films, contados en su presentación en sala, que tratan de representar aspectos del Genocidio Armenio. Pensemos, al mismo tiempo, que en el mundo del cine encontramos a relevantes figuras que, en más de una oportunidad, se han referido a este tan olvidado genocidio, que en su visión aún más retrospectiva, nos lleva al año 1894, momento en el que el sultán turco Abdul Hamid II ordena la matanza de más de trescientos mil armenios.

De origen armenio, en el espacio del quehacer cinematográfico, en diferentes actividades, encontramos a los actores y cantantes Charles Aznavour, Sylvie Vartan, Cher, Gregory Peck, Eric Bogosian; a los notables realizadores Rouben Mamoulian, Henri Verneuil y a dos grandes nombres del cine de nuestro tiempo, Robert Guediguian y Atom Egoyan; como asimismo al autor de piezas teatrales William Saroyan y al guionista Steven Zaillan, entre otros.

Y es precisamente un film de Henri Verneuil, fallecido en el 2002, a la edad de 81 años, Mayrig (no estrenado en sala, se transmitió únicamente por cable), el que presentamos, junto a otros. En esta notable realización de 1991, del director de Un mono en invierno y La hora 25, entre tantas otras, cuyo título traducido podría ser Mi madre, se nos narran los hechos posteriores al genocidio desde el retrato que se nos brinda, basado en la novela homónima del director, de una familia que encuentra su lugar de exilio en Francia, a principios de los años veinte. Una dolorosa historia sobre la memoria colectiva, que cuenta con las destacadas actuaciones de Claudia Cardinale, Omar Shariff, Richard Berry e Isabelle Sadoyan, entre tantos otros. Esta historia que une a Armenia con una ciudad del sur de Francia, Marsella, cuenta con una admirable banda sonora de Jean Claude Petit.

De los siempre críticos y evocativos Paolo y Vittorio Taviani, a quien siempre tenemos presente por su sublime filmografía, podemos volver a ver La casa de las alondras, o bien como se la conoció en algunos países de habla hispana, El destino de Nunik, film del 2007, coproducción de Italia, Francia, Bulgaria y España que se abre con el fallecimiento del abuelo de una gran familia que vive en una comarca rural. Ante un presagio que borra todo gesto amistoso, ese mismo día, un grupo de jóvenes del ejército turco decide exterminar a los hombres del lugar y deportar a las mujeres y niños. Una historia que se va asomando desde diferentes miradas generacionales que desoculta un lado siniestro de la Historia. Un film testimonio que cuenta con la labor actoral de Paz Vega, Moritz Beilbtreu, Alessandro Preziosi, Mohammed Bakri, Angela Molina y tantos más.

Y llegamos al pie del monte Ararat, escenario de la tragedia en aquel día de abril de 1915. Y su film homónimo, estrenado hace trece años. Un film del "cine en el cine", un recorrido por la obra de un pintor, que desde un retrato se va internando en un territorio marcado por el dolor y la ausencia. Un film que nos lleva al pintor Gorky Ashille, una investigación sobre su obra, diferentes cruces familiares. Y el genocidio armenio y sus sobrevivientes, herederos de ese grito de horror y espanto, dando forma a un relato de tiempos fragmentados y de un legado cultural y artístico. Integran el reparto de este más que recomendable film, Charles Aznavour, Christopher Plummer, Arsinee Kharjun, Elias Koteas, Eric Borgosian, Brent Carver, junto a tantos otros desde su carácter de un film de resonancia universal.

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