El público santafesino se prepara esta noche para disfrutar de la segunda jornada del "Argentino de Artes Escénicas", organizado por la Universidad Nacional del Litoral, que anoche se inició con el habitual estreno de la Comedia de la UNL, en esta oportunidad una versión muy particular de "Boquitas Pintadas", de Manuel Puig bajo la dirección de Juan Parodi. Una de las claves del sostenimiento en el tiempo, de estos festivales como el Argentino; lo garantiza el procedimiento utilizado para seleccionar las obras que integran la grilla.

Para despejar incógnitas sobre esa función, Rosario/12 entrevistó a Paulo Ricci, responsable desde hace años de la programación de este encuentro, que más allá de algunos desniveles, demostró que sigue apostando a la diversidad y fundamentalmente a la rigurosidad de las propuestas que se presentan.

-¿Cuáles son los criterios que se manejan para armar la grilla de un festival como el Argentino de Artes Escénicas?

-Los criterios que se utilizan tienen que ver con la posibilidad de ofrecer, durante ocho días de programación, un panorama diverso y en cierto modo arriesgado de muchas de las propuestas que consideramos más significativas de los últimos años en lo que a las artes escénicas respecta- dijo Ricci a este diario.

El programador de un encuentro que ya está instalado en la oferta cultural de los santafesinos, considera que esta selección siempre implica un recorte, una forma de intervenir en una discusión acerca de lo que comprenden las artes escénicas de los últimos tiempos.

-¿Cómo ubicarías el lugar del programador dentro de estas movidas?

-El trabajo de los programadores alterna entre la visualización presencial o en soportes diversos; del material que nos llega como también de la búsqueda de convocar a creadoras y creadores que nos interesan particularmente, para estar presentes con nuevos trabajos y experiencias- dijo el responsable de la grilla que año tras año, nos encontramos en cada nueva edición.

Ricci se refirió a la situación especial que tiene en la programación, la convocatoria para la Comedia de la Universidad Nacional del Litoral, ya que al posicionarla en la apertura misma, se está buscando otorgarle "un lugar de mayor visibilidad y protagonismo"-dijo Ricci que según su visión, esto implicaría que el diálogo con el resto de las obras, no sería una tarea para el "después" del festival, sino para que lo atraviese integralmente.

-Hablando de diálogo entre las obras y los realizadores, el Argentino, perdió la instancia de las devoluciones, donde se podían apreciar las diferentes visiones de los creadores acerca de sus trabajos y el de sus colegas.

-Se trata de buscar nuevas formas de hacer, programar y pensar el encuentro para no quedarnos con la repetición de espacios o criterios que por supuesto consideramos válidos pero que también pueden convertirse en compromisos que deberían ejecutarse solo porque existe la necesidad de cumplir con un espacio pre-existente- dijo el programador refiriéndose también a los homenajes que en las primeras ediciones del festival se hicieron a figuras memorables del teatro argentino.

"El espacio de reflexión privilegiado en esta ocasión es el que los espectáculos ofrecen como acontecimiento para el diálogo entre los artistas, el público y la crítica especializada; sin embargo nos interesa sostener algunos espacios inquietantes para la reflexión sobre lo teatral como en esta edición lo será la presentación del libro "Teatro Anaurático", de Federico Irazábal y los postulados sobre lo teatral actual que allí se ponen en juego"- dijo Ricci a este diario.

Esta respuesta delimita el rol y el trabajo de los críticos teatrales que no solo difunden periodísticamente el evento en sus medios, sino que intentan a partir de CRITEA, generar un espacio siempre revitalizador y de aprendizaje en el marco de este y de otros festivales nacionales.