Con la aparición de Sideral, en 2013, Cielo Razzo inició un vínculo con Sony Music que acaba de sumar a Tierra nueva, segundo eslabón de una trilogía que, acorde a los tiempos de la industria, debería completarse en dos años más. Luego del impass de cinco temporadas sin novedades que separó a Compost de Sideral, este ritmo de publicación significa una saludable renovación de repertorio para la banda de rock más importante de la escena rosarina, que ahora ofrece su costado más luminoso. Esta noche, a las 21, el quinteto que integran Pablo Pino (voz), Cristian Narváez (bajo), Diego Almirón y Fernando Aime (guitarras) y Javier Robledo (batería y coros) --más los invitados permanentes Marcelo Vizarri en teclados y Carlo Seminara en percusión--, estrenará precisamente este último trabajo en Vorterix Rosario (Salta 3519).

Y si bien hay un pulso rockero que persiste en este séptimo trabajo de Cielo Razzo --furia que tiene como estandartes a "Barón" o los riffs de "Alisten"--, en líneas generales Tierra nueva se propone como una obra relajada. "Creo que es así, es un disco donde nos fuimos más para el lado de las canciones --reconoce Pino a Rosario/12--. Si bien están esas canciones que nombrás, que levantan y muestran la otra parte de Cielo, este disco en un punto salió así. Nosotros no lo buscamos, sino que nos damos cuenta cuando tenemos listo el grupo de canciones y las grabamos. Siempre en el vivo suenan mucho más poderosas que en el disco, pero sí, notamos que es un disco relajado, más para escuchar, que tiene un sonido muy prolijo".

El contraste con Sideral se dio también en la propia producción: si en su anteúltimo trabajo la banda priorizó el registro en tomas directas, en Tierra nueva la asociación con el productor Alejandro Vázquez puso al grupo en un inédito lugar de trabajo compartido. "Empezamos con la idea de trabajar igual que con Sideral, pero cuando apareció Alejandro se dio vuelta la tortilla. El nos planteó otro trabajo y nos pareció interesante seguir sus sugerencias. Y quedamos recontra conformes con su trabajo, con toda la producción", admite el cantante.

- Esa aceptación a cambiar el modo de producción evidencia una buena predisposición de parte del grupo: después de haber logrado un muy buen resultado con Sideral, y con más de veinte años de trayectoria, tenían argumentos para plantarse frente a la aparición de una nueva propuesta.

- Sí, fue así... Con Sideral fue una experiencia alucinante, porque buscamos lo que no habíamos encontrado en otros discos, esta cuestión de escuchar a la banda prácticamente tal como la escuchás en vivo. En un punto salimos a la cancha con ese esquema. Pero esta vez habíamos escuchado al último disco de El Bordo, donde trabajaron con Vázquez y lo hicieron con cinta y lograron un audio de puta madre, y nos parecía que él era un tipo con el cual podíamos intentar probar suerte. Y la primer charla que tuvimos fue reveladora. Le habíamos mandado las canciones, él nos hizo su devolución y cuando nos encontramos con él en Buenos Aires para mí, y creo que para la banda también, fue un hallazgo. Creo que es un tipo muy centrado, que supo acomodarse a la banda: somos una banda vieja, con nuestros caprichos, y teníamos una especie de resquemor de trabajar con un productor, qué iba a tratar de imponernos y demás. Pero sin imponer nada, simplemente planteando ideas, terminó sacudiéndonos, haciéndonos pensar en las cosas que estábamos haciendo y diciendo. En un punto éso me lo enseñó Fabri Simeoni, que decía que nunca te podés quedar con lo primero que escribís, siempre tiene que haber una segunda lectura, una tercera o una cuarta. En un punto con Vázquez nos pasó éso, teníamos algo planteado y nos pedía ver otras cosas, chequear, buscar otros acordes. Nunca desde la imposición, cuando otras veces hemos querido tratar con productores y la manera era totalmente distinta. Y la predisposición la tuvimos, pero no estuvimos confiados hasta que no lo conocimos.

- ¿Esto los tienta a pensar en trabajar con Vázquez en un próximo disco?

- Para nosotros siempre fue difícil conseguir un productor al cual le entregáramos nuestra música. Pero Vázquez tiene una manera de ser, de presentarse que nos parece que sacó lo mejor que podíamos sacar nosotros, por lo menos para este disco, donde ya teníamos las canciones antes de trabajar con él. Entonces sí, por ahí pensamos que sería bueno tenerlo desde temprano para un próximo disco, sumándolo como un integrante más desde la producción, que conozca nuestras virtudes, nuestras cosas malas.