Sáb 18.06.2016
rosario

CULTURA / ESPECTáCULOS › TEATRO. ELENCOS LOCALES INTERPRETAN DOS OBRAS DE FEDERICO GARCíA LORCA

Tras la huella de la tragedia lorquiana

Con abordajes originales a los textos del gran autor español, hoy se presentarán Bodas de sangre (en el CEC, con dirección de Oscar Medina) y La casa de Bernarda Alba, en una puesta de Marlen Puello a cargo del Cuba Ballet Rosario.

› Por Julio Cejas

El sendero de la poética lorquiana retorna a la cartelera local a partir de dos lecturas que exploran el universo de un siempre persistente Federico, desde diferentes ópticas estéticas: Bodas de sangre dirigida por Oscar Medina, estrenada el año pasado, y La Casa de Bernarda Alba, con dirección y puesta en escena de la cubana Marlen Puello en una original performance del Cuba Ballet Rosario.

El maestro Medina, uno de los docentes teatrales más prestigiosos de esta ciudad, eligió navegar por el río de sangre que habita la tragedia de García Lorca y según sus propias palabras entrenó a su actores para que "dancen en ese río de sangre, de forma tal que apenas el público ingresa a la sala, ya ese río comenzó a subir", según dijo a Rosario/12 en ocasión del estreno.

Desde el título mismo, Bodas de sangre, escrita en 1931, perturba por la anunciación del drama que se avecina, cuando los amores y las pasiones son ingobernables. El acierto a nivel de la dirección teatral de esta versión, que apuesta a la belleza de su puesta en escena y el sólido plantel de actores, consiste en aggiornar temas escritos originalmente para un ámbito rural.

En esta versión Medina pareciera interrogar a los personajes lorquianos, preguntándose las razones por las cuales esa novia se permite tener un novio y un amante, retornando una vez más al tema de la desmesura que es la antesala de la tragedia. La obra, que puede verse este sábado a las 21 en el Centro de Expresiones Contemporáneas (Paseo de las Artes y el río), cuenta con las actuaciones de Sandra Bazano, Manuel Melgar, Karina Piñeiro, Paula Sánchez, David Giménez, Yanina Dituro, Matías Patiño Specter, Leonela Frezzotti y Lara Todeschini.

Por su parte, la directora y coreógrafa del Cuba Ballet Rosario, Marlen Puello, se propone según sus propias palabras una "revisitación, una especie de intervención danzaria" del clásico lorquiano La casa de Bernarda Alba. "Una 'revisitación' implica una nueva mirada, otra forma de volver, de sentir y de recrear. La casa de Bernarda Alba es un clásico del teatro mundialmente conocido, sin dudas una pieza sumamente rica y cuya vigencia y actualidad parecen no caducar. Quizás por esta razón la puesta comenzó desde un abordaje atemporal por fuera de una época o sociedad específica", dijo Puello a Rosario/12.

Una vez más las emociones y las pasiones aparecen en esta propuesta que es un trabajo "sobre los cuerpos", donde el lenguaje de la danza --según la directora-- permitió meterse por debajo de la trama y del texto original.

"Con una narrativa propia que transcurre por el canal de las emociones, la poesía y las metáforas generan un clima onírico que estimula todos los sentidos. La obra tiene un sello minimalista y despojado, los personajes están construidos desde la problemática que los atraviesa, y se sumergen directamente en las temáticas que planteó Federico García Lorca", dijo Puello.

El elenco que subirá a escena hoy y el próximo sábado a las 21 en la sala del Cuba Ballet Rosario (Entre Ríos 1551) está integrado por Julieta Dibidino, Luciana Ardissone, Valeria Margenat, Paula Percivalle, Virginia Carraro, Ivana García, Samanta Alvarez, Graciela Osca y Amalia Aguirre. "El hecho de intervenir la casona de Cuba Ballet tiene la clara intención de proponer nuevos espacios, movernos de los lugares conocidos, los más habituales y cómodos. Romper la famosa cuarta pared es armar otra escena donde actores y público establecen un vínculo nuevo y el 'hecho artístico' es construido de manera conjunta", dicen los integrantes de una institución que celebra sus 20 años de trayectoria.

En una situación de intimidad, los invitados llegan a la casa y la obra ya comenzó, la trama se va desarrollando con la irreversibilidad del tiempo, todos la van siguiendo, como testigos que acompañan y completan el sentido del encuentro.

Lorca resiste y retorna, motivando diversidad de lecturas. Sería bueno que el público rosarino no llene solamente las salas donde el glamoroso José María Muscari ha dejado su exasperante versión de una taquillera Bernarda en tono de telenovela, y apueste por las originales versiones locales.

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