Para todos los que no vieron aquella función realizada en el teatro La Comedia, de Padre Carlos, el rey pescador, interpretada por el notable actor rosarino Pablo Razuk; tienen la oportunidad de encontrarse con ese potente texto de Cristina Escofet que retorna en una única función, el primer sábado de julio a las 21 en el Teatro Príncipe de Asturias del Centro Cultural Parque de España.

La obra planteada como un unipersonal se cruza por momentos con aires de cantata épica con un vibrante intercambio entre Razuk; la cantante Sol Ajuria y el cellista Miguel Gómiz.

A partir de un recurso eminentemente teatral que remeda la descarga de una ametralladora que cegó la vida del Padre Mugica, el director José María Paolantonio, va a volver una y otra vez sobre el obstinato del crimen, una manera de reavivar la memoria y agigantar la tarea de este gran luchador popular que retorna a partir de la "resurrección" teatral, que logra Razuk en uno de sus trabajos más acabados.

Es esa ráfaga que parte de la oscuridad cuando Mugica intentaba encender luces de justicia, el hilo conductor que lo atraviesa desde el momento mismo en que es ejecutado por los asesinos de siempre; para dar cuenta de toda su vida.

La obra lo muestra ante todo como un hombre, más que como un santo; un hombre de carne y hueso que sintió pasión por la lucha y también por Lucía, por el fútbol, pero principalmente por los desposeídos, por los pobres que lo cobijaron en la barricada de una villa.

Ahora más que nunca necesitamos mirarnos en los ojos de ese rey pescador que vuelve una y otra vez por encima de la ráfaga que no pudo acabar con su prédica; tamaña carnadura la de este espectáculo que nos muestra a un Pablo Razuk oficiante de una misa escénica que nos vuelve a todos fieles espectadores de un credo que va más allá de las ortodoxias de la religión.