Este no es tu barrio: 7 puntos

(Päl das Shutter. EMR, 2016)

La búsqueda experimental, lo-fi, que marca a las primeras grabaciones de Pablo Deschutter para el sello Polvo Bureau no puede dejar de entenderse como la plataforma necesaria para que en éste, su flamante LP, redondee canciones más firmes, de corte rockero y fuerte presencia guitarrera. Y es en aquellos primeros registros donde se descubre el pulso creativo del músico misionero, que aquí sigue firme en su intención de esquivar estructuras convencionales, prescindiendo mayormente de estribillos, sosteniendo instancias de introspección experimental ("Casi como un loop") pero apostando mayormente a una luminosidad que juega a la perfección con sus historias de desamor ("Todo es mejor"), con sus afirmaciones de que toda obra pasada fue mejor ("Los síntomas" y, aunque con tono unplugged, "No me gustan los discos nuevos"). Una afirmación que el propio Deschutter echa por tierra con esta nueva, y auspiciosa, creación. E.P.C.

La puerta del amarillo: 8 puntos

(Hernán Flores. BlueRoom Producciones, 2015)

El talentoso bajista y productor rosarino presenta un disco solista en el que traduce su vasto recorrido. De corte instrumental (incluso en "Oigo voces", interludio donde cuenta con Aurelio Santos como invitado en voz rítmica), el disco escapa a la mera exposición de virtuosismo propia de algunos solistas. Flores, en cambio, apuesta a formaciones variables para darle vuelo musical a un disco rico en matices, que abre con tres obras de tempo jazzero. "Conectando", primero de los tres interludios, abre el juego a un segmento atravesado por músicas de raíz folklórica (desde el tango y candombe en "Lluvia de verano" hasta "El reggaetón de Jaen", con Luis Salinas prestándose, según define el propio Flores, a un funky marroquí-flamenco), mientras que el cierre está marcado por la potente "Il pérfido Lucifero", la serena "Joaquín" y, como epílogo, la introspectiva "Hablando bajito", toda una declaración de principios. E.P.C.