Conformada por algunos de los talentos más importantes de la escena tanguera rosarina, la Orquesta Utópica nació con el objetivo de difundir obras de autores santafesinos, en un espectro que incluye composiciones de Cholo Montironi, Pepe Ferrer, Carlos Quilici y Joel Tortul, además de creaciones de tres de sus integrantes: el contrabajista Mariano Sayago y sus dos directores, Martín Tessa y Sebastián Jarupkin. De allí nace el repertorio incluido en Contracorriente, el disco debut que el grupo comenzó a grabar a partir de un premio del Fondo Nacional de las Artes, y que buscarán editar utilizando la plataforma de financiamiento colectivo Panal de Ideas.

Así, en el transcurso de los próximos 17 días la Utópica buscará alcanzar el objetivo económico que le permita concretar la edición de un material que, además, ya tiene prevista una presentación en público: el 7 de octubre en el Centro Cultural Parque de España, concierto cuyas entradas forman parte de algunas de las promociones incluidas en Panal de Ideas (http://panaldeideas.com/proyectos/contracorriente-primer-disco-de-orque

sta-utopica).

En esa presentación, la orquesta --conformada por Jarupkin, Martín Carr y Guido Gavazza en bandoneones; Tessa en guitarra; Sayago en contrabajo; Luis Ciliberti, Julia Testa, Inés Dotto y Gabriela Cocilovo en violines; María Jesús Bonel en viola; Romina Vega Soto en cello; y Federico Abelli en piano-- adelantará además parte del repertorio que alimentará a un nuevo material. "En la presentación van a cantar Juan Iriarte y Evelina Sanzo. Probablemente van a ser temas que van a estar en nuestro próximo disco, que tendrá más temas cantados que instrumentales. Siempre con la misma idea de hacer autores de la provincia. Nuestra intención es que no pase mucho tiempo para sacar el segundo disco", adelanta Tessa.

Con sus objetivos claros, la agrupación busca así darle continuidad a un proyecto cuyas características definieron su propio nombre. "Somos doce músicos, es una utopía sostener una agrupación así en Rosario, sobre todo haciendo música rosarina", confiesa el guitarrista y director, aunque aclara: "La orquesta es difícil de sostener, porque somos muchos, pero por otro lado es un empuje bárbaro. Es una máquina que no para".