Remake

España/Argentina, 2006

Dirección: Roger Gual

Guión: Roger Gual, Javier Calvo.

Montaje: Alberto de Toro.

Fotografía: Cobi Migliora.

Música: Guillermo Scott Herren.

Intérpretes: Juan Diego, Silvia Munt, Carmen Morán, Eusebio Poncela, Mario Paolucci, Gustavo Salmerón.

Salas: Monumental, Village, Showcase.

Puntos: 5 (cinco).

La palabra Remake, adoptada para designar nuevas versiones de películas ya realizadas, sirve aquí para dar título a esta co﷓producción argentino﷓española, preocupada por revisitar los años '60. Un viejo grupo de amigos, otrora comuna hippie, se dispone a pasar un fin de semana en la casa de campo de uno de ellos. Pero pareciera ser que, antes que significar alegría, el reencuentro es una molestia que debe atravesarse rápidamente.

Entre ellos también hay hijos varones, más una novia ansiosa por la experiencia, deslumbrada por aquellos años, y conciente de sus tareas sociales y humanitarias. De todos modos, las expectativas no terminarán de verse correspondidas con el comportamiento que el grupo irá adquiriendo.

Desde estas premisas, Remake es una mirada que sobre sí mismo este grupo se animará a desempolvar. Pero lo hace desde lugares comunes, aburridamente discursivos, en donde se contemplan variantes diferentes y obvias: el hijo que reprocha al padre, el padre que se avergüenza del hijo, más los argumentos que apelan al idealismo, a la juventud, a la politización inevitable de la época, o a su mismísimo fracaso. El momento crítico para el acento en tales cuestiones, será la reunión en torno al proyector de súper 8, con viejas películas sobre sus tiempos idos.

No es que tales aspectos sean de interés escaso, pero el modo desde el cual se los enuncia provoca sopor. Valga como contraejemplo La balada de Jack y Rose, donde un Daniel Day﷓Lewis ermitaño, último bastión de tiempos ya alejados, vive con su hija adolescente sus sueños de resistencia. El momento donde Jack enfrenta las imágenes filmadas de aquellos años dorados no necesita de palabras, menos aún cuando lo vemos agonizar de un modo terminal, en este magnífico film dirigido por Rebecca Miller.

Por ello es que Remake se construye desde un enrevesamiento discursivo poco profundo pero que puede, al menos en sus momentos mejores, dejar claro el contraste entre el espíritu de los años '60 y el de los tiempos actuales. Los hijos de aquellos hippies reiterarán, de un modo burlón y alcoholizados, festejos nudistas, mientras violan un árbol y escupen sobre el amor libre y la naturaleza.