Luego de una temporada de transición en la que el espíritu de supervivencia llevó al espacio a una apertura en la que, sin embargo, nunca se dejó de lado su propia esencia, mañana El Aserradero celebrará un nuevo aniversario. Pero no será en el espacio de calle Montevideo en donde se lleve adelante el festejo, el cual, a partir de un carácter de neto corte popular, sacará provecho de la amplitud de Sportivo América, en donde Rubén Patagonia, Peteco Carabajal y Néstor Garnica animarán una fiesta que incluirá además la participación de las agrupaciones locales Mistisikus y Azulpampa junto a la Banda de Sikuris del Monumento (que reproducirán la música y el baile del noroeste argentino), Amarcanto y Sonkoy Sacha, en un festival que dará comienzo a las 21.

Fundador y actual conductor de El Aserradero, Mario Chiappino repasó el camino transitado por el recinto folclórico hasta llegar a este cuarto aniversario. "Este fue un año muy especial, bastante importante, porque el 2005 fue un año de quiebre, con muchas dificultades y replanteos. Fue un año difícil, sobre todo en lo interno, respecto al concepto de público, hacia dónde ir, hacia qué tipo de público apuntar. El 2006 en cambio fue de consolidación, se vio el cambio, que implica pasar a otro público, abandonar el concepto de peña para pasar a otro que tenga más que ver con lo gastronómico con un espectáculo folclórico, privilegiar mucho más el concepto de show", explicó.

"En cuanto a lo artístico el planteo fue el mismo. Si bien nos planteamos ampliar el espectro e incorporar otro tipo de géneros musicales, en la práctica siguió pivoteando muchísimo sobre el tema del folclore --profundizó--. La necesidad nos llevó a eso, El Aserradero sigue siendo un espacio valorado por ese tipo de público y de artistas".

El futuro, mientras tanto, seguirá ceñido a esas pautas: "La idea es que el año que viene consolidemos la apertura, que en este 2006 se esbozó en la incorporación del tango, tanto como un espacio de enseñanza como de milonga. Además incorporamos una mayor variedad de espectáculos relacionados con el tango, y también incorporamos a la trasnoche, después del show central, como una cosa más ecléctica, que tiene que ver con la música latinoamericana pero también con trova, con canciones. Y en este último tiempo incorporamos los domingos el concurso Rosario Canta, para el que se anotó muchísima gente".

Respecto a esa flamante experiencia, Chiappino remarcó: "La idea es reiterarlo el año que viene, porque realmente es un éxito. Hay muchísimos inscriptos, y uno ve que hay una necesidad por expresarse y por encontrar un lugar donde hacerlo con seriedad".

Chiappino se refirió a las particularidades del encuentro artístico que mañana se llevará a cabo en el microestadio de Tucumán entre Oroño y Balcarce: "El festival de algún modo reafirma nuestra esencia. Nosotros tenemos idea de que El Aserradero siga siendo un lugar de referencia para la música folclórica, pero abierto a otras cuestiones. Por eso armamos un festival puramente folclórico y bien festivalero, que es distinto a lo que solemos hacer durante todo el año, con algo más íntimo".