CULTURA / ESPECTáCULOS
Durante dos jornadas, el hipódromo será sede de un encuentro rockero con la participación de bandas de gran convocatoria. Habrá un importante de seguridad y una serie de prohibiciones.
› Por Edgardo Pérez Castillo
Más allá del valor lógicamente implícito en la reunión, sobre un mismo escenario, de algunas de las bandas más importantes del país, hay en el Quilmes Rock una carga que excede nombres y estilos. Es que, saldando una cuenta pendiente que ya rozaba el karma para la autoproclamada cuna del rock nacional, mañana y pasado en el hipódromo tendrá lugar el primer gran festival rockero que se realiza en tierras rosarinas. De esa manera, luego de algunas experiencias poco fructíferas y que limitaron con lo ridículo --como aquel experimento trunco realizado años atrás en el Club Banco Nación--, será ésta la prueba piloto para que la ciudad se incorpore definitivamente al calendario festivalero.
Generado conjuntamente por la productora local All Press, PopArt en la producción ejecutiva y la empresa Quilmes como principal auspiciante, el encuentro se lanzará mañana a las 16, cuando se habilite el ingreso al predio en la intersección de Ovidio Lagos y Avenida Dante Alighieri (donde se ubica el portón principal del hipódromo). Minutos más tarde comenzará la sucesión de bandas sobre un único escenario, por el que pasarán Volador G, Coki & The Killer Burritos, Los Cafres, Arbol, Kapanga, Catupecu Machu y Divididos, en la que será la noche más abarcativa en cuanto a géneros y horizontes estéticos. Mientras tanto, el sábado el programa tendrá un perfil más ligado al rock barrial, a partir de la presencia de Guasones, Los Vándalos, Pier, Intoxicados y, como número de cierre, Las Pelotas. Asimismo, cada una de las dos jornadas será inaugurada por las bandas seleccionadas en el Concurso Bandas Rosario Quilmes Rock 2006.
En ese contexto, la selección de los grupos participantes respondió a las determinaciones de las tres patas que sostienen al encuentro, según manifestó el productor Gustavo Granato: "La programación la armamos entre las tres partes. Un poco PopArt por una cuestión de producción ejecutiva, Quilmes como sponsor principal y yo como productor local, conociendo la plaza, el mercado y cómo funciona cada grupo acá en Rosario".
Sacando provecho de la experiencia acumulada en la edición 2004 del festival Cosquín Rock, la productora All Press es la responsable de haber abierto el camino para que Rosario tuviera finalmente una reunión rockera de primera línea. "De parte mía, hace dos o tres años que estoy viendo la posibilidad de hacer acá un festival. Es más, el año pasado estuvo muy concreta la posibilidad de hacerlo y después por diversas cuestiones no se pudo hacer. Entonces apareció la posibilidad del Quilmes Rock, estuvimos viendo lugares y viabilidad económica, entre otras cuestiones, fue creciendo y lo pudimos hacer", explicó Granato.
De cara al futuro, en caso de que esta experiencia resulte positiva para todas las partes involucradas, difícilmente Rosario se quede sin festival en el 2007, según anticipó el productor: "Yo por lo menos no tengo un registro de que se haya realizado un festival de esta naturaleza acá en Rosario, entonces en la medida en que el público asista como esperamos que sea, y de hecho la venta de anticipadas viene muy bien, y que no haya ningún tipo de inconvenientes, el año que viene, y los años posteriores, seguramente se va a seguir haciendo".
A tal fin, distintas medidas fueron tomadas con el objetivo de que el festival se desarrolle sin inconvenientes, y pueda lograr así una continuidad. Una de las principales es la determinación de no permitir la venta de bebidas alcohólicas, inclusive a pesar del principal sponsor. "Eso es por una cuestión de la ordenanza municipal que prohíbe el expendio de bebidas alcohólicas, y fundamentalmente por nosotros como productores de espectáculos, que por una cuestión de seguridad preferimos no vender alcohol. Si se pudiera vender, igual no venderíamos", destacó Granato.
Como medidas complementarias, y ante la inminencia del clásico que se realizará el domingo en el Gigante de Arroyito, no se permitirá el ingreso al predio con camisetas de Ñuls o Central, como tampoco con cámaras, bengalas o elementos pirotécnicos, estandartes de madera, botellas, termos, desodorantes ni cualquier otro elemento contundente. Además, se estableció una disposición acústica que no afecte a los caballos alojados en los studs. Y que sea rock.
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