Hoy finalizará en la ciudad de Córdoba la "7ª Fiesta Regional de Teatro Centro Litoral" que organiza habitualmente el Instituto Nacional del Teatro (INT)y en la que serán elegidas las propuestas que representarán a sus respectiva provincias en la próxima Fiesta Nacional de Teatro que se realizará en marzo de 2007 en La Rioja. Habitualmente en esta columna se difundía el desarrollo y las características que asumían estas fiestas, en las que siempre tuvieron una importante participación elencos de esta ciudad en representación de la Provincia de Santa Fe. Habitualmente recibíamos la correspondiente invitación por parte de la oficina de prensa del INT y también éramos invitados por la Asociación de Críticos de Teatro de la Argentina (CRITEA).

Esto determinó siempre la doble función de la prensa en las históricas Fiestas Nacionales del Teatro: por un lado se cubría para un medio y por el otro se participaba activamente en las mesas redondas o en los desmontajes de las obras que se representaban. En esta oportunidad, y como absurdo desenlace de episodios anteriores en los que se "objetó" por parte de un prominente integrante del INT el escaso espacio y la poco favorable difusión de estos festivales por parte de este cronista, Rosario/12 no recibió invitación para cubrir la fiesta que finaliza hoy en Córdoba.

Hace algún tiempo y en circunstancias en que se realizara una preselección en la ciudad de Cañada de Gómez, tuve oportunidad de recibir directamente la verdadera opinión que hace tiempo tenían algunos empleados del INT acerca de la cobertura de este medio, que no era acorde con los espacios y los comentarios que ellos aguardaban de parte de este cronista.

En ese momento decidí no publicar los agravios recibidos por parte de un conocido actor y director de esta ciudad, que ocupaba además el lugar de Jurado del INT, en los que se hacia alusión a la "mala influencia" ejercida por los críticos sobre el jurado, críticos a los que había que "dar de comer" para que después publicaran lo que a ellos se les ocurría.

Lejos de convertirse esto en un episodio aislado, estos conceptos fueron sostenidos por uno de los organizadores del último Festival de Teatro Internacional en Rosario, para quien el espacio logrado por este cronista no justificaba "el pago de las comidas" (¿?) con las que tenía que cargar el INT y que parecería que saldrían de sus propios bolsillos, por la vehemencia puesta en defensa de esos dineros que en todo caso provienen de las arcas estatales.

Estas maniobras que ahora impiden la cobertura de este diario en una instancia donde se decide la suerte de cuatro producciones rosarinas (Territorio falso, La consagración de las furias, Como la Gioconda y El acompañamiento) resultan mucho más significativas por el escenario en el que se desarrolla la Fiesta Regional.

La ciudad de Córdoba y sus históricos Festivales de Teatro Latinoamericanos y Nacionales se constituyen mucho ante de la existencia del Instituto Nacional del Teatro en pilar para abrir los espacios a la participación de la prensa nacional, latinoamericana y del mundo. En ese contexto, y a partir de 1984, estuvimos presentes, invitado por el Gobierno de Córdoba, en todas las ediciones de esos Festivales y en muchas de sus mesas redondas con críticos e investigadores teatrales de renombre internacional.

A lo largo de este espacio en Rosario/12 acercamos a la ciudad todo un bagaje de experiencias y la difusión del teatro argentino y latinoamericano que no se podía ver por aquí. Al mismo tiempo que se cruzaban las experiencias del teatro rosarino y cordobés.

En la ciudad de Córdoba, donde a lo largo de más de diez años ninguna de las diferentes gestiones de gobierno y los responsables de prensa objetaron "los costos" de una estadía, hoy no podremos estar cubriendo un evento que no pertenece solo a los funcionarios o a los organizadores del INT, sino al conjunto de los teatristas argentinos. Lamentablemente tampoco podremos participar de una importante mesa publicitada en la página del INT, denominada "Encuentros con la Crítica" donde se analizarán obras del teatro cordobés de los años 90', con la presencia de importantes investigadores y críticos teatrales de la talla de Beatriz Molinari, Mabel Brizuela y Ana Durán.

De alguna manera se pierde un espacio para la difusión del teatro rosarino que siempre estuvo abierto desde esta columna; un espacio que no se limitó solamente a "pasar gacetillas", sino a comprometerse con determinadas posturas críticas, teniendo una activa participación en cuanto evento de teatro se desarrollara en el país independientemente de los intereses personales de quienes los organizan.