Mar 26.12.2006
rosario

CULTURA / ESPECTáCULOS › LO BUENO, LO FEO Y LO MALO DEL 2006 EN LAS ARTES PLASTICAS

El arte en Rosario sigue creciendo

Hubo grandes iniciativas oficiales y perlitas dispersas en galerías privadas. Un desafío para el 2007 sería sostener y abrir espacios de libre discusión para reformular las relaciones entre lo privado y lo público en el marco de las políticas culturales.

› Por Beatriz Vignoli

En las artes, en Rosario, el año 2006 fue inabarcable. Entre las grandes iniciativas oficiales y las perlitas dispersas en galerías, la sensación es la de que el arte en Rosario crece. No sólo hay nuevos museos, sino que han surgido espacios para el arte en museos que no lo habían previsto originalmente, como el Museo de la Memoria. En otra línea estética, la del Arte Contemporáneo, el Macro entusiasma desde hace dos años con la idea de que Rosario pueda quedar situada en el mapa del arte global. El CCPE alimenta este clima de internacionalismo. Hacia adentro, sin embargo, hay un descontento indefinido que recién este año comenzó a expresarse. Un desafío para el 2007 sería sostener y abrir espacios de libre discusión para reformular las relaciones entre lo privado y lo público en el marco de las políticas culturales. ¿Cómo volcar la pujanza económica al campo de la cultura? ¿Por qué tiene tan bajo perfil, comparativamente, el sector privado?

LO BUENO

* La muestra colectiva del año: El Macro en Recoleta, en el Castagnino. Buen panorama, con perspectiva temporal sobre lo actual y reciente. Una significativa selección de obras.

* La individual del año: Lecuona en el Castagnino. Cincuenta cuadros para zambullirse.

* El extranjero: José Leonilson (Brasil) en el Macro. Dibujos bordados que erizan la piel.

* Lo original: Las iniciativas de Dante Taparelli para el embellecimiento de la ciudad.

* Las antológicas del año: Castagnino en el Castagnino: sin palabras. Emilia Bertolé en el Museo de la Ciudad y Joan Brossa en el Centro Cultural Parque de España: con palabras. La de Chachi Verona en el CCPE lo afirma e instala definitivamente como artista local.

* El curador: Guillermo Fantoni, referente de la historia del arte de vanguardia en Rosario, logró un rapport infrecuente a la hora de seleccionar y comentar las obras de Verona.

* La revelación colectiva: "De las sombras a la luz", en el Centro de Expresiones Contemporáneas. Una rara oportunidad de conocer un panorama de lo que produce la nueva generación. Parece caracterizarlos un sano profesionalismo, un pensamiento crítico, y cierta tendencia a incluir géneros como el diseño, la fotografía y la historieta.

* La revelación individual: Constanza Alberione, joven pintora. Mostró primero en Pasaje Pam (véase reseña en Rosario/12, 27/6/06) y después en el espacio Katester, durante la Segunda Semana del Arte. Causó sensación entre críticos y coleccionistas. Vendió bien.

* El milagro: "La Colectiva" en el CEC. Una autoconvocatoria abierta y horizontal de 155 fotógrafos, con talleres y clínicas de obra. Una feliz articulación entre lo privado y lo público: el primero puso los contenidos con toda libertad, el segundo los contuvo bien.

* El orgullo: la calidad gráfica y editorial de las ediciones de libros de arte del Museo Castagnino, el Museo de Arte Contemporáneo y la Editorial Municipal de Rosario; los catálogos del CCPE/AECI, la gráfica del Museo Estevez, los catálogos en general.

* La tendencia: a exposiciones que dan cuenta de una estética más comprometida. Castagnino en el Castagnino, Eduardo Favario en el Museo de la Memoria, La granja de Dios del español Luis Vidal en el Macro, el Grupo Escombros en el Centro Cultural Parque de España, el ciclo de charlas sobre Tucumán Arde en el Centro Cultural Bernardino Rivadavia, con sus pros y sus contras, son algunos hitos para destacar.

LO AGRIDULCE

* El fenómeno: la dura lucha de las galerías del sector privado. Algunas resisten desde hace tiempo, otras surgen con ganas de formar redes. Entre otras, a la ya tradicional Krass se suman desde hace años el miniloft de Arte Privado y el living de Casa de Arte; cabe mencionar a la más reciente Stein y destacar el complejo Cultura Pasajera del Pasaje Pam, como también agregar, en Pichincha, al CAMP y al espacio El Levante. Este año abrió Olmos (9 de julio 2037). Este año Cultura Pasajera concretó su invitación al Barrio Joven de la Feria Arte BA; Arte Privado ha venido mostrando en dicha Feria desde hace quince años. Estas iniciativas independientes merecen más apoyo de la ciudad.

* El valiente: Víctor Gómez en la Segunda Semana del Arte. Su obra de protesta o "contraobra" dio expresión plástica a un malestar colectivo. Junto con su contexto de cadenas de emails, blogs y grupos, que produjo un petitorio, todo esto también generó cambios en la redacción de las bases de los concursos. "Ahora se cuidan más", dice.

* Los que siguen:Daniel García en Peccata Minuta, Eduardo Piccione en Casa de Arte, Clelia Barroso y Mauro Machado en la Alianza Francesa, Omar Henry en Stein, Liliana Jones en El Círculo y en Krass, Carlos Andreozzi y otros. Se merecen un lugar digno en los ámbitos oficiales. Algunos ya lo tienen o han tenido; otros, todavía lo esperan.

* Los adioses: Pedro Sinópoli se va del Museo Estévez; Susana Dezorzi, del CCPE.

* El largo adiós: a Nicolás Rosa. Lega un vasto corpus de obra. Pero su voz se extrañará.

* Lo justo: El olvidado escultor rosarino Erminio Blotta, a 30 años de su muerte, fue declarado "Artista distinguido post mortem" por iniciativa del concejal Horacio Ghirardi.

LO FEO Y LO MALO

* Lo invisible: las intervenciones urbanas de la Segunda Semana del Arte. ¿Qué era obra y qué un simple cartel? ¿Con qué alcance se informó sobre la diferencia?

* La pregunta: ¿Por qué, pese a la calidad de algunas de sus muestras, tuvo tan bajo perfil la sala central de la planta baja del Centro Cultural Bernardino Rivadavia?

* La enredadera: ¿es lo único que se produce ahora en la Casa del Artista Plástico (Bajada Sargento Cabral y Avenida Belgrano)? ¿O hay más y no informan?

* La vergüenza: La falta de espacio para el arte rosarino en los medios masivos de comunicación. Hay programas de arte por cable. ¿Qué espera la TV abierta local?

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