Resulta natural escuchar al Cholo Montironi referirse a Europa y Rosario como si se tratara de dos localidades separadas por una mínima frontera. De esa manera, el "acá y allá" utilizado por el genial bandoneonista acerca a dos continentes que él mismo unifica con el tango, el género que eleva como estandarte en sus cotidianos viajes por el mundo. Esta vez de regreso de Valparaíso, sede de la última edición de la Cumbre Mundial del Tango, el Cholo volverá a presentarse en Rosario junto a su quinteto, en un concierto gratuito que tendrá lugar esta noche (a las 21) en la Plaza Cívica de San Lorenzo 1949, y en el que ofrecerá un repertorio similar al que trasladara a tierras chilenas, conformado principalmente por obras de Astor Piazzolla.

Y no fue una determinación menor la de Montironi, quien se decidió a abordar las composiciones del marplatense aun a sabiendas de las preferencias de un público adepto a otras corrientes. "Pegó mucho en el Teatro Nacional de Viña del Mar. Fuimos con miedo, porque el maestro Requena, de la orquesta de Mendoza, nos había dicho que ahí gustaban mucho De Angelis y D`Arienzo. Todos decían eso, pero nosotros hicimos Piazzolla y su música levantó, la gente habló muy bien", relató a Rosario/12 el artista, quien con esta participación acumula su quinta presencia en cumbres mundiales.

Y será nuevamente Piazzolla el eje de esta actuación en la ciudad, en una jornada que abrirá con la presentación de la Orquesta Municipal de Tango de Rafaela, y en donde Montironi y su quinteto sumarán como invitados al cantante Rodolfo Demar para abordar algunos tangos clásicos y a Ernesto Renzi recitando a Borges. Aunque el eje serán las creaciones del compositor admirado por Montironi: "La música de Astor está afuera de todo, es una música superior. A mí todo lo de Astor me atrapa, sobre todo los arreglos para Sinfónica. Allá los músicos ven una partitura de tango y lo primero que dicen es `Piazzolla`".

A poco de haber recorrido una treintena de ciudades en apenas cuarenta días, incluyendo actuaciones en los festivales de Cannes y San Remo, Montironi y su quinteto brindarán ahora una función gratuita en pleno centro rosarino, aunque para el bandoneonista la principal diferencia parecería radicar en la sola presencia de rostros familiares: "Acá tenemos muchos amigos, los chicos de las orquestas que están estudiando conmigo. Creo que va a haber muchos amigos que nos van a venir a ver. Sí es importante que sea gratuito para que más gente se vaya acercando al tango. Acá en Argentina es importante, porque allá las localidades están vendidas con un año de anticipación. Nosotros hace ocho años que hacemos una gira por Italia con el quinteto, y recién ahora me dieron la oportunidad de tocar acá con la Sinfónica Provincial de Rosario por primera vez, en un concierto que vamos a hacer en abril en El Círculo, y luego lo vamos a hacer con la orquesta de Mendoza. Allá se acostumbra mucho hacer esto, porque yo por ejemplo grabé con la Orquesta de Londres. Porque se usa mucho al bandoneón en forma de órgano, que es lo que hice en la Catedral de Rosario con Schumann. El bandoneón se hizo en Alemania para reemplazar al órgano, porque es un instrumento portátil que se presta mucho a hacer música clásica".

En un mismo tren de adelantos, Montironi anuncia una sesión de grabación junto a Rafael Amor, pero se entusiasma pensando en la continuidad de las clases con las que garantiza la subsistencia de la escuela bandoneonística de la ciudad. "Voy a seguir enseñándole a los chicos, sobre todo bandoneón a músicos profesionales como Alicia Petronilli, Carlitos Quilici, gente que ya toca pero que sigue estudiando el instrumento. Alicia es una muy buena bandoneonista, además es profesora en la Escuela de Música. Veo que están estudiando bien, y hay muchas chicas, pibas jóvenes, que están tocando muy bien el bandoneón. Hay muchos alumnos que han progresado mucho con el maestro Omar Torres, y esperemos que no se pierda el bandoneón, porque en un momento creíamos que desaparecía", precisó el Cholo.