A casi un año de su último arribo a Rosario, el guitarrista Luciano Pietrafesa volverá hoy a los escenarios locales. Y si bien será nuevamente bajo una formación de trío, no serán esta vez los guitarristas japoneses Shinkuro Matsuura y Fumihito Hatano quienes acompañen al rosarino, que luego de aquella actuación con Zum, esta vez hará su aparición junto a la cellista mendocina Lilian Giubetich y a León Bertone, encargado de la producción electrónica de Argento Tango Fusión, el proyecto con el que desde hace ya tres años interpretan obras de Astor Piazzolla en distintos escenarios europeos.

Porque fue allí en donde el grupo dio sus primeros pasos, según delineó Giubetich. "Con Luciano nos conocimos en Italia y empezamos como un dúo acústico haciendo versiones de Piazzolla, y después se incorporó León con la parte electrónica. En Mendoza yo tocaba clásico hasta que formamos Moebius, un grupo con el que hacíamos música contemporánea. Y después Piazzolla fue un punto en común con Luciano, con quien decidimos comenzar a trabajar sus obras de manera acústica", comentó.

Más tarde, el ingreso de Bertone reorientó el rumbo del grupo, sin alterar algunos conceptos básicos. "Seguimos manteniendo los instrumentos acústicos --reconoció Pietrafesa--. Si bien la guitarra y el cello van procesados, hacemos loops y trabajamos con elementos electrónicos, siempre la electrónica es un medio y no un fin. La decisión fue un poco la de cambiar la perspectiva de lo que veníamos haciendo, entonces de esa forma enriquecemos lo que veníamos trabajando en formato acústico. Pero hay temas donde no utilizamos la electrónica, porque nos gusta tal como los teníamos antes. Entonces también tiene que ver un poco con lo que piden los temas para hacerle los arreglos. Somos muy cuidadosos en cómo arreglar, no es que ponemos una base electrónica y largamos, sino que tomamos la pieza completa, en este caso de Piazzolla, y a partir de ahí vemos qué arreglos son posibles".

En ese marco, la complejidad propia de Piazzolla le propone al grupo un desafío que el trío considera aleccionador, según el guitarrista: "Trabajar con Piazzolla es buenísimo, porque con su obra aprendés un montón, es como un libro abierto. Sus temas te dan un montón de información que podés aprender teóricamente o trabajarla a nivel intelectual, pero nosotros trabajamos con sus temas y allí encontramos elementos para aprender".

Aunque la búsqueda del proyecto no se centra únicamente en el marplatense, y sus miembros comenzaron a trabajar sobre obras de otros compositores contemporáneos, mientras van dejando surgir composiciones propias, sin limitaciones. "No nos ponemos un límite, ni decidimos seguir solamente la línea del tango, no nos encasillamos, entonces si un tema viene con otra veta, lo seguimos. Además ya de por sí a nosotros esta formación nos resulta bastante original, trabajando con el cello, que en este caso es el cantante, junto a la guitarra y la electrónica", apuntó el rosarino, quien en pocos meses retornará a la ciudad acompañando a Robert Fripp (ver recuadro).

Asimismo, Argento Tango Fusión se vincula con distintas expresiones artísticas, y algo de eso tendrá su correlato en la función que el trío brindará esta noche, desde las 21.30, en la sala Lavardén: "El grupo involucra otras disciplinas artísticas. En Barcelona venimos trabajando con Gente Colgada, un grupo de gente de Rosario, que trabaja en trapecio y tela, entonces hacemos una puesta que llamamos `tango aéreo`, y a eso le sumamos el trabajo de imágenes pregrabadas y proyectadas en vivo, que lo hace un chico de Mendoza que está allá. Para la presentación en Rosario ese trabajo lo va a hacer el grupo Tiempo Real y Visual Art, de Buenos Aires. Además van a haber dos parejas de tango contemporáneo, una de Rosario y otra de Mendoza. Pero no deja de ser una performance de música".