La "Historia de la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo", tal como la describe San Mateo Evangelista, se escuchará en carácter de estreno en Rosario esta noche, a partir de las 20, en el auditorio de la Iglesia Evangélica Alemana de Rosario (Boulevard Oroño y San Lorenzo). Bajo la batuta de Susana Imbern, reconocida instrumentista y cantante de la ciudad, participarán el Coro Hugo Distler -que ha sido fundado por la propia Imbern- junto a músicos invitados de las ciudades de Rosario y Santa Fe.

Esta presentación es un hecho importante sin duda por tratarse de una puesta en estreno para los rosarinos. Más aún, teniendo en cuenta que es ésta una obra de Heinrich Schütz poco conocida y difundida, y que ha sido redescubierta y puesta en música por este elenco que conducirá Imbern el próximo domingo. Schütz, compositor alemán nacido en el año 1585 y fallecido en 1672, compuso tres "historias" de la Pasión: la Pasión según San Mateo en 1666; la Pasión según San Juan en 1665 y -anteriormente- la Pasión según San Lucas. Contrariamente al estilo de sus obras anteriores (como por ejemplo "Historia de la Resurrección" y "Las siete últimas palabras de Jesucristo en la Cruz"), en las que no solamente usaba continuo sino también otros instrumentos, estas tres pasiones fueron escritas sin ningún tipo de instrumentación.

Posiblemente la razón fuera de carácter litúrgico, ya que fueron compuestas para los servicios de la Iglesia de la Corte de Dresden y, quizá él quiso respetar la vieja costumbre eclesiástica de no usar instrumentos durante la época de Semana Santa. No es intención de Imbern recrear la partitura a través de una versión historicista, dado que el idioma tradicional tanto en los recitativos como en los coros de la época y lugar de Schütz incluye automáticamente el bajo continuo. Esto es, un soporte armónico base, integrado por instrumentos de cuerdas de registro grave -que pueden ser violoncello y contrabajo- y de viento -que puede ser fagot-, junto con instrumentos armónicos de teclado y de cuerda punteada -que pueden ser entre otros órgano, clave, tiorba y laúd- estos últimos, especies de "guitarras antiguas".

Por tal, la versión que se escuchará será con órgano y violoncello, y en este punto es más que destacable la participación de Manuel Marina en órgano continuo, ya que este talentoso músico santafesino tomó a su cargo la valiosa y ardua tarea de la realización del cifrado de los acordes.

De hecho, oyentes conocedores del estilo y melómanos avezados podrán percibir claramente por debajo de los recitativos el influjo de una dirección impuesta armónicamente, sobre todo en los de Jesús y los solilocuentes (Pedro, Judas, Pilato, Siervas, Caifás, Testigos y Mujer de Pilato). No así en el Evangelista, que en sus recitativos mantiene prácticamente las mismas funciones armónicas de tensiones y reposos.