Hasta este jueves, puede visitarse en la nueva sede de Iván Rosado (Salta 1858, planta Alta) el resultado de una feliz cooperación entre cuatro jóvenes galeristas que son también artistas: los rosarinos Maximiliano Masuelli y Ana Wandzik (Iván Rosado) invitaron a Moira Aguirrezábal y Mariano Luna (Jardín Oculto) a traer obras de artistas de su galería de San Telmo. La inauguración, el 22 de abril, fue convocante y festiva, iniciando el retorno de muchas cosas: el de la pintura figurativa (si es que alguna vez se fue), remixada a través de lenguajes novedosos como los que constituyen la cultura informática de las nuevas generaciones, quienes se apropian (y las obras aquí presentes dan fe de ello) de la iconografía de géneros anteriores, como el rock. Y esto también es el retorno de las galerías, sólo que en versión descontracturada, fanzinera y cool.

Exponen así en Rosario siete artistas jóvenes: Andrés Aizcovich, Cotelito, Lino Divas, Federico Lanzi, Rosalba Mirabella, Federico Villarino, y se destaca, con apenas un puñado de obras en pequeño formato, el autor que firma San Poggio.

San Poggio nació en La Plata en 1979. Posee una imaginación de gran riqueza, de ésas que suelen expresarse a través de la literatura o el cine. Pero su arma son los pinceles. Los maneja con un detallismo casi sobrehumano, que evoca el del gótico flamenco. Tan asombrosos como su técnica resultan los mundos infernales o celestiales de los que parece volver, como un viajero mudo que trae imágenes cautivantes pero imposibles de descifrar, ya que el código para comprenderlas podría haber quedado en alguna inaccesible luna onírica. Hay homenajes a El Bosco en su serie Antropología ficción, una colección de pseudo productos culturales donde, con una estética del siglo pasado (en la que predominan estilos de los años 30 y 40), el platense conjuga el humor y lo siniestro para llevar a imaginar con horror la ficción de un poder totalitario absoluto que regiría una distopía delirante, no tan distinta de las que dieron forma a su ciudad. En ese mundo, un decreto de Necesidad y Urgencia Nº 274/8 exige una "Caja negra para ser implantada en la caja craneana" y los científicos brindan a la población un "Alimento Base para la Alteración creativa del ADN" llamado Mutagénesis. También hay una "Secretaría General de Pudor y Buenas Costumbres de la República" que reescribe los clásicos en versiones políticamente correctas y otros sustos por el estilo. Es como si a Daniel Santoro le hubieran inyectado las neuronas de Terry Gilliam.

Lamentablemente estos objetos no vinieron a Iván Rosado, pero en el sitio web del artista (http://sanpoggio.blogspot.com), al que se puede ingresar desde la página de la galería (ir a http://jo galeria.blogspot.com y hacer clic en "San Poggio"), hay fotos. Jardín Oculto en Iván Rosado cierra pasado mañana. Puede visitarse de 14 a 20. Iván Rosado cuenta con el apoyo del FNA (becas grupales 2009/10). La próxima exposición serán pinturas de la rosarina Constanza Alberione (más en http://ivanrosado.com.ar).