El movimiento de mujeres de Rosario se concentró ayer en Tribunales para exigir la libertad y absolución de Yamila, la joven madre que espera sentencia en prisión domiciliaria por haber tenido un parto espontáneo, en 2012. La causa se inició hace más de cuatro años y desde entonces la mujer, que tiene una hija pequeña, es acusada porque su bebé no sobrevivió, tras parir de manera precaria en el baño de la casa de sus padres. Ahora, la fiscal Magdalena Mazzini pide 18 años de prisión, por abandono de persona seguido de muerte, agravado por el vínculo. Sus abogadas, concejalas rosarinas y organizaciones de mujeres reclamaron ayer que no se la acuse por estereotipos de género y que sea absuelta. La jueza de Sentencia Nº 8, Marisol Usandizaga, deberá resolver su situación.

El caso data de marzo de 2012, cuando Yamila, de 19 años, se descompuso una madrugada y dio a luz, con una fuerte hemorragia. En la vivienda dormían sus padres y su hijita, que tenía 14 meses. Ella había mantenido el embarazo en secreto porque las cosas estaban mal con su pareja, de quien se había separado. La noche del suceso se la pasó en el baño, descompuesta, hasta que en un momento sintió que el bebé cayó al suelo, "con placenta y todo". Al verlo, lo creyó muerto, se asustó, lo puso en una bolsa, que quedó abierta, y lo dejó sobre el lavarropas. Desde entonces recuerda lo que pasó con lagunas propias de su estado postparto. Sus padres la llevaron al sanatorio, donde le dijeron que debía hacer la denuncia.

Seis meses después fue detenida. Estuvo presa nueve meses hasta que el juez Javier Beltramone ordenó su inmediata libertad y le dio falta de mérito a la acusación por homicidio, en la que "no hay pruebas", señalan sus abogadas Juliana Tagliatti, María Noel Severo e Ingrid Plessen. Sin embargo, la causa llegó a la Cámara Penal, donde se ordenó continuar con la investigación. Así, en octubre pasado la jueza Delia Paleari acusó a Yamila de abandono de persona y le dio prisión domiciliaria.

"En nuestro país ya tenemos jurisprudencia con el caso de Romina Tejerina --la joven jujeña que fue condenada por matar a su bebé, fruto de una violación-- y le pedimos a la Justicia que analice las circunstancias, porque lo de Yamila es una estigmatización, que podría trasladarse a otras mujeres, si ella sigue presa", dijo la concejala Norma López. "Es llamativa la condena que pide la fiscal. Nos preocupan los fundamentos", agregó la edila María Eugenia Schmuck.

Como publicó Página/12 el lunes pasado, Yamila pide que la Justicia tenga en cuenta a su pequeña hija, de quien es responsable. "Yo acababa de parir en el baño. La psicóloga advirtió que tuve desconocimiento de la situación en ese momento. Me ven como un robot. Una no está preparada para saber cómo tener un hijo sola. Para la fiscal, yo tenía que hacer todo lo que hay que hacer, y hacerlo bien", lamentó.

En tanto, la abogada Tagliatti aseguró que las pruebas reunidas en la causa "no arrojan nada contundente para el planteo de la fiscal, sino que hay dudas y se refuerza nuestra teoría. Ella sostuvo durante toda la causa que vio a su bebé muerto al nacer". Severo agregó: "Hay estereotipos de género en todo el proceso judicial".

En el caso intervino también el Consejo Nacional de las Mujeres. "Haber sometido a la mujer a un proceso penal de cuatro años y nueve meses de cárcel efectiva, más un año de arresto domiciliario, es una manifestación de discriminación de género".