CONTRATAPA › PLASTICA. MAURO GUZMáN, EL GANADOR DE ARTEBA, PRESENTA CRUDO 1
El rosarino expone en Pasaje Pam una videoinstalación con textos de Nancy Rojas, la reconstrucción de una escenografía y una selección de tomas descartadas de una de las obras ganadoras en Buenos Aires. En septiembre mostrará Crudo 2.
› Por Beatriz Vignoli
Mauro Guzmán no se duerme en los laureles. A apenas semanas de obtener el Primer Premio Petrobras en el marco de la quinta edición del ArteBA de Artes Visuales, el artista rosarino nacido en 1977 acaba de presentar en su ciudad la primera parte de un nuevo proyecto, titulado "Crudo". Artista, actor, y gestor cultural, Guzmán instala su producción en una zona del arte contemporáneo que explora la transgresión y la puesta experimental. Fue miembro fundador de Roberto Vanguardia, un espacio de producción, investigación y difusión del arte contemporáneo que se continuó en la productora "ficticia" Studio Broccoli. Además de su labor en la tienda del Castagnino+Macro, trabajó en la marquería Ribuar y es artista amigo y colaborador del proyecto Cultura Pasajera desde sus inicios. Crudo 1 es una videoinstalación con textos de Nancy Rojas, la reconstrucción de una escenografía y una selección de outtakes o tomas descartadas de una de las obras de la trilogía ganadora del Premio Petrobras. Así, hasta el 26 de agosto se podrá ver en la marquería Ribuar del Pasaje Pam (Peatonal Córdoba 954), en su horario comercial, lo que no se vio en ArteBA: los eróticos besos y la falsa cascada de baldazos que constituyeron los momentos más intensos de la filmación de Nazareno Cruz y el arte (2008).
"El trayecto de la poética del recurso a la noción del recurso mismo como discurso. Allí es donde se halla la clave procesual de este proyecto", escribe Rojas. Y continúa: "...el empleo del residuo. La cocina de la puesta en escena y de sus coordenadas. Y finalmente, pulir la totalidad para obtener el cómo de la construcción del enunciado. Pues los restos también hacen la forma y el contenido. Lugares donde se concreta la esperanza de la materia que quedó fuera de la película". Cabe agregar que la técnica es la de videoinstalación, similar al de la obra premiada en Petrobras, "Autocine Guzmán". Si aquélla incluía una pantalla de cine, un cartel luminoso con bombitas de 15 vatios con la frase del título y unas butacas deliberadamente precarias, ésta reproduce la película en una pantalla de mini DVD montada en la pared en una cajita como una pintura enmarcada. Junto a ella, el texto ploteado de Rojas reflexiona sobre el concepto de "crudo" mientras que la escenografía producida por Studio Brócoli, devenida instalación, evoca la escena de la cascada. La luz también es importante: unos spots grandes cubiertos con vinilo dan un tono azul que fue como se filmó la escena, precisamente para simular un exterior mediante un interior.
El filme parodiado por "Nazareno Cruz y el arte" no es por supuesto otro que Nazareno Cruz y el lobo (1975) de Leonardo Favio, con Juan José Camero como Nazareno Cruz y Marina Magalí en el papel de Griselda. Se trata de un modelo cinematográfico particularmente pictórico: Favio, quien en una obra reciente como Aniceto evoca su propio cine y lo artificializa, ha sido elogiado por la crítica por su uso marcadamente estético del color. En esta versión trash, Nazareno Cruz, encarnado por Alexis Muiños, "se transforma en artista feroz en las noches de luna llena", según cuenta Mauro Guzmán a Rosario/12.
La segunda parte, Crudo 2, que está en proceso de realización, será presentada en septiembre en el Centro Cultural Parque de España como parte de la muestra colectiva itinerante El diario personal, curada por Nancy Rojas.
En cuanto a Guzmán, ya tiene pensada su tercera y última trilogía de parodias de películas célebres. La primera fue la "trilogía del terror". Titulado "Linda Bler, artista poseída" el proyecto se presentó en tres volúmenes: I feel like Linda Blair (2006, parodia de El Exorcista), Carrie, the power of the mind (2007) y Rosa Maria's baby (2008). "Ya en su Trilogía del terror había comenzado a definir un terreno para la construcción de escenarios y personajes explorando la ambigüedad icónica y conceptual, la puesta experimental y el riesgo a la hora de concebir sus insólitos y tercermundistas filmes como obra", comenta en un ensayo inédito Nancy Rojas, su socia en Studio Brócoli. "Ya se percibía en esa primera trilogía la formulación de una estética de lo residual y la inscripción de un planteo artístico destinado a privilegiar la trasgresión en el marco de un discurso de aspectos empíricos pero profundamente críticos y políticos". A la trilogía con que Guzmán ganó el premio Petrobras, él y sus colaboradores la denominan "la trilogía del amor trágico". Según Rojas, "Nazareno... puede ser leída no sólo como un homenaje sino también como la puesta en escena de un idilio. El idilio de Guzmán por Favio (...). Hubo otros apuntalamientos que guiaron el deslumbramiento de Mauro en medio de una búsqueda naturalmente conducente a un terreno experimental, a la lógica de un work in progress". El conjunto general remite a películas argentinas de mediados de la década del setenta e incluye, además de Nazareno..., a La Nancy (parodia de La Mary, de Daniel Tinayre, con Susana Giménez y Carlos Monzón) y a Boquitas pintoras, parodia de Boquitas pintadas de Leopoldo Torre Nilsson, basada en la novela homónima de Manuel Puig. Guzmán piensa completar la serie con una trilogía de animales: el año próximo homenajeará a Los Pájaros de Hitchcock y probablemente a Tiburón. "Se viene King Kong", anticipa.
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