CONTRATAPA
› Por Jorge Isaias
Menos enfático que "Masquique", Pedrito Spizzo corrobora lo que parece ser una verdad de a puño: en los años 50, cuando los equipos del pueblo no entraron a la Liga, se vio el mejor fútbol de todos los tiempos.
Es posible que aún quedara la cada vez más lejana gloria del "Chato" Collere que acababa de abandonar la escuadra de Argentino de Rosario para retirarse a la ciudad de Pérez, como aliciente. Lo cierto es que todos coinciden que en esos años se dio una conjunción de primeras figuras como luego no conoció el fútbol zonal.
El campeonato lo organizó el Huracán Foot Ball Club y sé que se lo llamaba "Abierto". Lo que me falta averiguar es si se jugaba de noche o de día. Lo que todos dan por cierto no se si agrandado por la nostalgia y el pésimo estado del fútbol actual es que aquellas figuras podrían haber descollado en el fútbol profesional, como en la década anterior fue el caso del "Chato".
Aunque yo era muy chico mi pasión por el fútbol como la del barrio todo era excluyente, pero hay nombres de equipos que no me suenan sino como breves repiqueteos de campana, de oírselos a los mayores. Tal vez vi jugar a alguno de ellos, tal vez más tarde un equipo tomó algunos de esos nombres que tuvo una gloria efímera, pero que en las vírgenes cabecitas nuestras (los más chicos) sonaría como las historias del Misterix que leíamos junto al libro de lectura obligatoria, cuando doña Dora de Broglia nos enseñaba a tomar el libro con la mano izquierda, dejando la derecha para pasar las hojas y allí, paraditos en el frente, delante del grado, debíamos leer, pronunciado las s y las z, remarcando con un leve martilleo las letras que llevaran doble erre, haciendo las breves pausas en las comas y en los puntos y comas, y sobre todo, levantando la vista en un punto y aparte, so pena de llevarnos un reto.
º Y volviendo al fútbol, diré para relacionarlo con los libros, que en la puerta de la mismísima biblioteca Belgrano, hay un busto del prócer donado por uno de aquellos gloriosos equipos que se llamaba "El Taladro". Voy a copiar aquellos nombres, muchos de ellos no están ya en el pueblo y ni siquiera en la vida, pero eran en esos tiempos muchachitos entusiastas y aspiraron aún sin saberlo, a aquella gloria esquiva que se presenta al practicante del balompié, como se diría en la jerga deportiva de entonces.
Quiero copiar esos nombres por varios motivos. El principal es porque empecé a deletrearlos cuando supe leer (y aprendí a hacerlo a cincuenta metros de allí, en mi escuela Nº 156) y cuando iba al Club con mi padre, me llegaba hasta allí, ese trecho que está entre la sala de juegos de naipes del Club y la biblioteca, ese busto del general Belgrano, como habilitando su entrada al lugar de los libros.
Aunque uno tuviera las manos con el tacto repleto de naipes. Eso si uno entra por algunas de las puertas internas, pero si lo hace de la calle se lo topa bien de frente. Dije que quiero copiar esos nombres textualmente, como están desde hace más de cincuenta años, por si alguien lo quiere corroborar y lo están en letras hundidas en ese pie de mármol blanco que sostuvo un busto del general abogado, educador y sobre todo, abnegado. Y además porque a la mayoría de esos hombres que portaron esos apellidos los vi jugar en cualquiera de los clubes locales en los diez años subsiguientes a la instalación de ese busto.
Copio. Campeonato de Fútbol abierto 1952. Donación del equipo El Taladro. Titulares: E. Moreno; A. Menza; L. Aquilano; A. Vera; E.C. Moreno; A. Gardella; M. Gillio; R. Gramajo; R. Aquilano; O. Ciccone; D. P. Bessone. Suplentes. Delegados: H.Ciccone; P.A. Spizzo; L.Montaldi; L. Ibarra; M.Maraviglia; J.C. Montaldi; O. Spizzo; F.Sequeira; R. Aquilano.
Me gustaría acordarme de los equipos aquellos que disputaron los campeonatos abiertos, del Club Huracán. Me gustaría conocer el color de las casacas. Pero sobre todo me gustaría haberlos visto jugar, porque según todos los que lo vieron y sobre todo el enfático "Masquique", que fue protagonista principal de toda esa movida, esos equipos eran un lujo.
Sería bueno poder tener hoy ante la vista, aquellos viejas camisitas de fútbol que no soñaba el afán de la publicidad, que pone el mundo en un rincón muy triste, según Borges. Yo agregaría que ese rincón puede aceptar otro adjetivo y que viene a ser hostil y por qué no, innecesario y excluyente.
Aquellas camisetas que llevaban sus colores en alto, como una ilusión impoluta, libre de toda mancha aunque no exentos de pasión y aún de nobleza.
¿Cómo era la camiseta de El Taladro, equipo que no vi jugar?
Algo en un rincón de mi más remota y esquiva memoria me sugiere que puede ser verde y blanca, tal vez, ¡por qué no! como la camiseta de Banfield y de allí el nombre.
Es probable o más que probable que cuando hable la próxima vez con "Masquique" me pueda sacar de dudas, o Livio Matiello o Raúl Aquilano, que jugaron en esa formación y aún viven en el pueblo.
Recupero los colores de algunos equipos de entonces. Unos porque me lo contaron los mayores y otros, porque en mi niñez pude ver lo que sobrevivían a aquella época dorada.
Paso lista entonces, a aquellos colores. Lo hago con la precariedad que me confiere esta distancia ya insalvable de los años.
"El Refugio" camiseta similar a la de Chacaritas Junior, en decir rojanegra y blanca.
"El Porvenir", camiseta roja con una banda blanca en el pecho, horizontal como la de Boca Junior. "Los Fugitivos" con una V corta, roja sobre el blanco. En lugar de azul como la de Vélez Sarsfield.
"El Amanecer", camiseta verde con vistos blancos como Ferrocarril Oeste.
"Blanco y negro" equipo de la tienda ídem, partido el pecho en dos bandas de los colores obvios.
"El Fortín", con la exacta camiseta de Vélez Sarsfield del barrio de Liniers.
¿Pero y los otros?
"Casa Bessone", por ejemplo o el equipo "Los Tamberos", "La Catalana", "La Terrason", "Boliche La Lata", "Estancia La Pelegrina", "Estancia de Maldonado", etc, etc. ¿De qué, como vestían sus ilusiones? ¿Las compraban hechas o las fabricaban a estas dichosas camisetas?
No sé. Deduzco que ambas cosas, ya que mi amigo Juan Aromando que fue delegado de "Los Fugitivos", héroes de la derrota ante el Morning Star me supo decir que las hermanas de los jugadores cosieron y bordaron aquellas camisetas, de la muy digna derrota ante aquellos campeones de las certámenes nacionales "Evita".
Lo cierto es que yo, que estoy parado ante este busto del prócer, tal vez el más puro de los nuestros y que estoy por entrar a esta biblioteca donde comencé a atisbar alguna compresión del mundo, sigo en la duda sobre aquello que fue muy importante y no quiero que la trague el olvido: ¿de qué color eran aquellas camisetas que encendieron la ilusión de los jóvenes de entonces en sus trayectorias hacia el éxito y la fama que a veces no los esperó?
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