* -¿Qué animal pesa 500 kilos por la mañana 200 al mediodía y 3 por la noche?, invita el animador. -La mujer, porque cuando se levanta al marido le gustaría decirle "Fuera, vaca". A la hora del almuerzo se pregunta: "¿Qué habrá hecho esta cerda para comer"?. Y a la noche se resigna y termina diciéndole, "gatita preciosa". Nadie ríe, pero insiste. Entonces un tipo, harto, deja el tenedor y se levanta, le quita el micrófono, lo toma del cuello y con una toma de judo lo obliga a pedir disculpas a las damas. Lo hace tartamudeando. ﷓Ahora contále a la gente algo gracioso en serio, lo invita.

* Hay una mecánica estrafalaria en toda la cuestión que él no logra aclarar. El edificio se construye para cine, luego es adquirido para supermercado y posteriormente como sala de reunión para estos empresarios angelicales que convocan multitudes. E intenta un ardid tan exótico que se ríe solo: Abriría muchos templos así en unos años habrá más salas cinematográficas por la ciudad. Como lógica surrealista cierra perfecta.

* Fue a pescar al Carcarañá. Arrojó tanzas, usó un reel y realizó una prolija matanza ictícola a lo largo de los quince días que estuvo a su vera. Cuando se estaba yendo vió el barrilete -un navío chico de madera del cual penden bajo el agua sedales por docenas- que había olvidado entre unos juncos, ya descarnado y sin uso. Lo que descubrió lo hizo recapacitar del peligro contaminante: Entre los hilos había nylons, hilos, papeles, botellas plásticas, basura orgánica y de la eterna. -Todo esta mierda pasa por debajo, bajo el río que no miramos. Abandonó la pesca y se hizo militante ecológico.

* Cuando leyó que existía una profesión denominada Analista Ganadero imaginó terapeutas en las campos y vacunos tirados en divanes, narrando sus cuitas, sus cornadas y sus destetes tempranos. -Voy a hacer un trabajo de campo, deduce que dice un analista. -La vida es un matadero, replica una vaca fatalista.

* Ella estudia los meandros de la lengua instalados como cultura. -Hasta hace poco decían "es como que", luego "¿desde dónde me hablás?"; llegó un "no, nada", luego el "eso me dió cosita", "es muy fuerte" y "esto me hace ruido". El que colabora con la tesis, mientras chupa el mate agrega: -Y no te olvides que en plena dictadura apareció "la pálida" que no era otra que la muerte o el "se pudrió todo"...los cadáveres de desaparecidos. Lo mira y le agradece. El lenguaje es certero como una flecha a veces.

* Tenía fobia de elevarse. Luego de un tiempo en que su amigo la ayudara a vencerlo con charlas, dibujitos, probabilidades y lecturas un día se decidió a volar. El tipo iba tan despreocupado camino al aeropuerto con su hazaña en ciernes que a 120 kilómetros se llevó puesto un cartel. Ahora, con las piernas rotas, maldice al amigo porque sabe que merced a su ayuda, ha adquirido una fobia más reciente: El terror a los automóviles.

* No era excesivamente linda ni tampoco horrorosa. Era como un maniquí bien plantado, combinando con el mobiliario, el ambiente de potus y cuadros, el escritorio y la luz de la lámpara baja. Allí se atendía a la gente y ella estaba para eso, con su sonrisa mecánica, dental y paradójicamente seria. -De comprarla, las piernas las llevaría aparte, pensó él porque había detectado que esa parte de su cuerpo estaba viva. Y entendió que esa belleza era una lindura funcional. Y le gustó el término. Belleza funcional.

* Le sucede que cuando espera por un trámite, todos, absolutamente todos los anteriores al suyo son lentos, fatigosos y los clientes se esmeran en ser caracoles idiotas que se arrastran por los confines de explicaciones acerca de lo que el empleado trata de hacerles entender y ellos apenas si razonan. En cambio, ella trata de ser rápida, fugaz y captar todo enseguida. Siente que facilita las cosas en el orden universal por eso acepta el empeño. Pero odia que no sean solidarios con ella. Es una guerra inhóspita ya que los bandos no están enterados de esto. Lo acepta con resignación y con mucho honor.

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