CONTRATAPA
› Por Carta Abierta Rosario
Somos un espacio en el que sus miembros provienen de distintos ámbitos laborales y vertientes ideológicas. No somos un partido político, sin embargo nuestra función es política: analizar la realidad económica, social y cultural en la que nos encontramos inmersos y posicionarnos al respecto. En este marco es que queremos dar nuestro punto de vista sobre las próximas elecciones legislativas:
En octubre no se discutirá una simple renovación parlamentaria; se plebiscitará el futuro del actual proyecto económico y social de la Argentina. En pocas palabras, lo que está en juego es si nuestra sociedad en su conjunto, todavía (como cuando el 54 por ciento reeligió a Cristina Fernández) desea que:
*Los indicadores de pobreza sigan disminuyendo.
*El desempleo siga por debajo de un dígito y disminuya aún más.
*El Sistema Previsional, YPF y Aerolíneas Argentinas sigan perteneciendo a todos los argentinos.
*Los salarios se discutan y actualicen anualmente en paritarias.
*Las jubilaciones se ajusten dos veces al año.
*La Asignación Universal por Hijo se mantenga y perfeccione como mecanismo de inclusión e igualación.
*No nos volvamos a endeudar y ser intervenidos económicamente por el FMI.
*El peso no se devalúe en detrimento del poder adquisitivo de los salarios, aumento del desempleo y recesión.
*Se siga invirtiendo el 6 por ciento del PBI en educación
*Se refuerce y fomente la industrialización, generadora de empleo, divisas y recursos para la nación, lejos del histórico modelo agroexportador en el que no tienen lugar los cuarenta millones de argentinos
*Se profundicen y fortalezcan las relaciones con los países Latinoamericanos, completando el proyecto económico financiero y político de la Unasur, para evitar que volvamos a ser el patio trasero de EEUU.
*El derecho a una vivienda digna siga siendo reconocido y concretado en planes como el Procrear.
*La verdad y justicia sigan siendo reconstruidas a través de los juicios por la violación a los derechos humanos durante la última dictadura cívicomilitar.
*El derecho humano a la información plural, se efectivice a través de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (¿O estamos de acuerdo en volver a la ley de radiodifusión de la dictadura cívicomilitar?)
*El Banco Central no deje de ser un instrumento económico al servicio de las necesidades de la población y no al servicio de los grupos económicos.
*La Ley de Matrimonio Igualitario, Ley de Identidad de Género, y todas las políticas relacionadas con la diversidad sigan vigentes y se profundicen
*No se pierdan muchos logros más obtenidos durante la última década
La manipulación mediática de los resultados de las recientes elecciones primarias abiertas y obligatorias (PASO) mostrando como derrota una elección en la que el Frente para la Victoria sigue siendo la primera minoría nacional, dejan en claro que los poderes económicos que manejaron los destinos de la Argentina hasta el 2003 están desesperados por retomar ese rol decisorio. Para ello cuentan con distintos actores políticos, quienes sin explicitar proyecto alguno trasmiten a la sociedad la falsa sensación de que resolverán sus problemas. Dentro de esta dinámica, funcionan muy bien los rostros conocidos por su fama como actores de los medios. Allí están, personajes farandulescos a los que nadie les pregunta qué van a hacer como legisladores ni con que conocimientos cuentan para hacerlo. Candidatos que agitan lemas con algún impacto en la conciencia de "la gente". No se explica cómo ni con qué mecanismos cumplirán lo prometido. De ese modo se oculta el hecho de que en política, cualquier decisión, siempre, favorece a algunos y perjudica a otros. A la vez que se muestran como antipolíticos (porque reniegan del conflicto implícito en la acción política), se presentan como magos que con solo ingresar al Congreso resolverán los problemas de la inflación, la inseguridad, la corrupción (jamás probada) y la escasez de dólares para el turismo, los grandes males que supuestamente amargan la vida de la mayoría de los argentinos. Lamentablemente, la realidad es una maestra que insiste en enseñar por la vía del dolor: la palabra inseguridad ha mostrado que puede designar cosas tan distintas como terribles, además de la vulnerabilidad frente al delito. Baste para los rosarinos recordar las dos calamidades del pasado mes de agosto, la Calle Salta y el Parque Independencia. Ambas nos pusieron frente a una nueva sensación de inseguridad, aquella proveniente de tomar conciencia de que se ha antepuesto la búsqueda sin límites del lucro, al cuidado y protección de la vida de los habitantes de esta ciudad (Litoral Gas). Y de que quienes debían velar y trabajar poniendo esos límites, controlando "en serio" (y ya no como en un país "normal") no lo hicieron (Enargás, estado provincial, estado municipal).
Además, como se vio con el reciente fallo a favor de los fondos buitres, los poderes económicos locales cuentan con la complicidad externa que, por otro lado quieren aleccionar a la Argentina y mostrar como ejemplo a otros países de que no se puede manejar la economía de un país de manera independiente y soberana, negándose a seguir ciega y dócilmente las recetas del FMI. Como en los 90, desean instalar la convicción de que la única política económica es la neoliberal, no solo para la Argentina sino también en la región, como lo muestran las recientes embestidas que está sufriendo la sociedad brasileña.
En este devenir vemos cómo las corporaciones económicas locales con sus medios de difusión, sus socios externos, algunos sectores de la oposición política, y la ambigüedad de la Suprema Corte de Justicia conforman un entramado de opositores, con un proyecto que debe mantenerse oculto, ya que busca retrotraer a nuestro país a un rápido ajuste y endeudamiento.
No somos ingenuos, se trata nada menos que de la resistencia a los cambios estructurales puestos en marcha en esta década por este gobierno. Sabemos que mucho falta por hacer y mucho de lo que se ha hecho debe ser corregido. Sabemos --como decíamos más arriba-- que la inflación y, la inseguridad son deudas pendientes a saldar. Pero también --y a nuestro juicio, mucho más importante- lo es el trabajo
informal. Y también es una deuda que dentro de vastos sectores aparentemente en blanco de los asalariados, subsistan de hecho formas de precarización laboral (falsos monotributistas) que operan contra los derechos de esos trabajadores e indirectamente afecta la vida social, como toda desigualdad. Sin embargo, en el festival de críticas electorales actual, no vemos que ningún partido de la oposición se haga cargo de este problema.
Creemos que, por lo realizado a lo largo de estos diez años, el gobierno nacional es el único que ofrece garantías claras tanto en cuanto a mantener y mejorar lo hasta aquí logrado, como de seguir ganando derechos.
Nadie de los que se consideren a favor de un país más justo puede negar que, desde que recobramos la Democracia hace exactamente 30 años, este gobierno es el que, por lejos, le ha abierto las puertas de la Casa Rosada a distintos sectores de la sociedad, sobre todo a las minorías más vulnerables. Y nadie puede tampoco negar que presenta las condiciones mínimas y concretas para pulsear con los sectores del poder económico. No estamos diciendo que no existan sectores sociales por fuera del gobierno con igual voluntad, hablamos de las posibilidades concretas para llevarla mínimamente adelante más allá de las declaraciones.
Por otro lado, como santafesinos y rosarinos nos vemos en la necesidad de aprovechar estas líneas para manifestar nuestra preocupación por la actual situación tanto de nuestra provincia como de nuestra ciudad. Desde CAR siempre sostuvimos que ambas, tanto Santa Fe como Rosario, cuentan con gobiernos que parecen quedarse, más allá de sus intenciones, en cuestiones superficiales casi cosméticas, meros gestos que no terminan de abordar efectivamente los problemas que hoy nos aquejan: los barrios olvidados a su propia suerte, el notable crecimiento del narcotráfico en los últimos años causando centenares de víctimas, la policía autogobernándose, la falta de control en los lugares públicos con los consiguientes accidentes, la falta de control sobre las empresas proveedoras de servicios básicos, el deterioro continuo de la educación pública, por mencionar solo algunos.
Por lo expuesto, y una vez superadas las elecciones internas que dejaron conformadas las listas definitivas, Carta Abierta Rosario apoya al Frente para La Victoria en las próximas elecciones legislativas, respaldando la Lista que encabezan Jorge Obeid y Josefina González como candidatos a diputados nacionales por la provincia de Santa Fe, y la lista que encabezan Héctor Cavallero y Norma López como candidatos a concejales por la ciudad de Rosario.
Finalmente, queremos invitar respetuosamente a la comunidad a reflexionar sobre los puntos aquí expuestos.
28 de septiembre de 2013.
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