* Alf, el genial extraterrestre, el excelso devorador de gatos nunca causó repugnancia por su afección a la carne felina. Y eso que era un enano disfrazado con un mal traje despeluchado. Pero suele haber en la gente una cierta simpatía por el demonio. Y más aún cuando uno se come a los otros.

* Una de las manifestaciones de la celebración popular religiosa en honor a Santa Efigenia, en Lima, Perú que se realiza anualmente el tercer sábado y domingo de septiembre. Es el consumo de carne de gato. Ahogados y torturados con fuego y explosiones de cohetes, los mininos luego son servidos en bifes, saltados, macerados en pisco, con verduras o rostizados. Han comprobado que hay criaderos especiales de gatos que durante un año son mantenidos en pequeñas e insalubres jaulas donde se les engorda para estas fechas. Una costumbre de hace muchos años; la gente ha creado el mito de que comer a los mininos da larga vida. También la momificación o el mantenerse como Walt Disney da resultados pero es más doloroso y menos divertido para los humanos.

* Los Pumas, escuadra sufriente de Argentina, siempre parecidos a una maratón de gatos viejos o renovados que nunca arriman al podio. Manchan la celeste y blanca con altura, sangre, pasto pero no culminan y son comidos por otros animalitos, entre ellos canguros y carnívoros All Blacks. ¿Hasta cuándo la esperanza por estos mininos de buena posición? ¿No es hora que nos representen pero al backgamon?. "Hasta que la muerte nos separe, dice un rugbier emplumado y molesto ante el tipo que escribe esto". Deja de hacerlo: A la mano sana hay que cuidarla porque es la que da de comer.

* El enigma de la matanza de gatos es emblemático y machacante: Brujos, ayudantes del Mal. Sin embargo son de necesidad en las iglesias cazando diablitos, en las madereras y panaderías ratas y en las casas el aburrimiento de algunos. "¿Por qué entonces?", se pregunta ella. Y la otra, con la bombilla en boca repasando un apunte dice distraída pero seria; "porque a la belleza hay que asesinarla. Es molesta".

* "Chatrán" alguien tira el nombre sobre la mesa. Y por que hay niños no se dice la verdad: Que para aquella vieja peli horrible se usaron más de cien gatos pues muchos morían en el intento de actuar al filo de la muerte. Hoy, se comenta, están protegidos pues se han agremiado a Actores y en Dobles de Riesgo.

* El auto "ratea". Y si nos quedamos en la ruta sin gomas es necesario el gato. Eterno enigma de Tom y Jerry masacrándose, mientras movemos el mousse y a gatas llegamos al final de la nota.

* Almanaque de gatitos. Eso entregaban en la tienda "Gigantes" del barrio: Gatos enredados en un velllón, con una pelota de lana, entre los pinos de Navidad, subidos a una nube. No nos engañaban: La dueña de la tienda era cruel, por eso encargaba almanaques con esas figuras tiernas, para disimular su rispidez, su espíritu desalmado, su matanza de gatitos en el vecindario rociando los techos con carne picada en vidrios. El estómago se nos revolvía, pero nuestras madres creían que eran cuentos. Por eso esos almanaques terminaban meados por nosotros como un juramento de honor, como un contra hechizo.

* El gato como el delfín y tantísimos animales de los cuales nos valemos para nuestros fracasos haciéndolos sufrir, aun confían en nosotros pero tal vez no esté lejano el día en que se revelen. Entonces, adiós humanidad, adiós barcos de pesca, nadadores, abuelitas inocentes que dan de comer a mininos, gaturros estúpidos y esclavitudes varias.

* No podía faltar la ecuación gato: Mujer de la vida. Allá van, con sus culos de nieve, con sus pechos fósiles, sus almas en desgracia, tornadas en espíritus tenebrosos con falsa pedrería, sus zarpas enguantadas y una aguja enorme e invisible dispuesta agujerear el corazón de sus clientes cuando el cansancio llene el frasco.

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