Mié 01.04.2015
rosario

CONTRATAPA

Yo quiero ser fiscal

› Por Pablo Bilsky

"Pero mamma mia: Yo no quiero ser torero. Yo quiero ser fiscal. Y salir y viajar con modelos radiantes, iridiscentes. Modelos haladas, nimbadas, con aureolas. Modelos como soles. Modelos erizos. Erizadas de rayos de sol que en verdad no son sino falos, phallus, penes de goma, de níquel, de duraluminio, de polímeros y siliconas. Penes de playa, caribeños, penes del material que usa la Nasa para los cohetes y los transbordadores y los drones. Penes de goma, con cabezas color magenta, con bolas y todo. Barras de carne de un solo ojo: Polifemos. Un ojo solo, el ojo de la Justicia, el ojo de atrás. Barras de nerca con reales bolas de toro bravo, toretes de Miura, de campo, de La Rural. Penes con huevos de toro con cucardas de La Rural. Falos completos, complejos, de Fiscalía. Phallus, Phallus impudicus que crezcan como hongos en la Fiscalía, y satelicen alrededor de las cabezas de las modelos en Miami y Cancún. Yo quiero ser fiscal para viajar con modelos nimbadas, rodeadas sus testas, rodeada de cielo celeste y celestial, aunque de nerca. Las cabezas de los santos, mamma mia, siempre están rodeadas, nimbadas de luz, el halo, la aureola, el nimbo. Todo santo necesita atributos, y san Fiscal también. Quiero bailar y salir y viajar y enfiestarme con modelos con cabezas nimbadas, cabezas rodeadas de cabezas, rodeadas de cabezas cárnicas. No la luz, inmaterial, la inasible luz del nimbo, no, mamma mia, la luz fiscal es luz corpórea, de carne y venas hinchadas de Justicia. Barras de nerca, mamma, modelos con cabezas apuntadas, cabezas en el centro, apuntadas por otras tantas cabezas cárnicas, rojas. Cortesanas de Fiscalía en playas de Miami y Cancún. El cielo queda en la avenida Collins. Y es el cielo de los santos fiscales. All inclusive, que en inglés significa todo garpado por la gilada. Yo no quiero ser un héroe para uso de viejas y viejos amaros, resecos, automomificados por el odio. Yo no quiero que mi foto y mi nombre orlen el estandarte, ni la banderola, de los putrefactos. No. Yo no quiero, no. Ni momias ni momios agobiados, agobiantes, tufosos de talco y perfumes doce cuotas, y todo al escabeche. Yo quiero ser fiscal, mamma mia, yo quiero ser chongo fiscal de Santa Fiscalía y fiscalizarles los bajos fondos a las jovencitas. Y viajar con modelos republicanas, con modelos de las instituciones republicanas, yo quiero viajar en clase primera, todo alta gama, todo con falos de gomas republicanas, institucionales, yo quiero que cabezas cárnicas completen y refuercen la que conmigo llevo y me cuelga. Yo quiero que la Santa Fiscalía sea mi Corte, y que mis cortesanas sean nutricionistas, fontaneras, geólogas forenses, personal trainers, personal blowjobs trainers, asesoras de imagen, onto sexólogas, ortometristas de fuste, en fin, la Fiscalía. Y que cada una de ellas cobre 40 50 luquitas y que un 50 por ciento sea para mí: el óbolo, el diezmo para san Fiscal. Y que los giles garpen y enarbolen y marchen en silencio. Mamma mia, me fui de vacaciones el 20 de febrero. Y no leí los diarios, y casi no vi televisión durante mis vacaciones. Me fui de vacaciones cuando todavía estaba fresca la tinta de los carteles que utilicé en la marcha del 18 F. Estuve menos de un mes afuera y ahora vuelvo y resulta que me cambiaron la bocha sin avisar. Resulta que la "F" era de "Falo": 18 F: 18 Falos de Fiscalía. 18 F. "F" de forros. "F" de Fiestonga. Me banqué marchar con esa mala gente, fea, rancia. Me banqué marchar bajo la lluvia con gente que por todo rostro, cara, faz, utiliza un orto. Pero un orto que hace que se crean mejores, éticos, republicanos, puros. Ortos justicieros. Ortos vigilantes. Ortos republicanos. Republicanos anos. Marché como un gil, entre ortos. Pero en aquel momento no lo entendí. Ahora vuelvo de las vacaciones, vacaciones que me pagué yo, como un pelotudo, y me cae la ficha. Mamma mia: Yo quiero irme a Miami Cancún con tres, cuatro, 18 modelos, 18 M. Modelitos ávidas, 18 A. Modelitos drogaditas, 18 D, duritas. O sea: 18 R: 18 rayas. Es decir: 18 E, 18 esnifadas republicanas. Mamma mia, quiero viajar en primera a Miami y Cancún y que pague la gilada. Meta fiestonga en hotel de Miami, 18 estrellas, 18 E. Y no marchar triste con perras viejas que enarbolan banderitas y cartelitos. Yo quiero Fiscalías Fiestongas y que la modelitos enarbolen consoladores, consoleitors varietales, alta gama, consoleitors como astas, y que la banderita en la punta de nerca sea la yanqui. Yo quiero ir de la cama al living, de la cama al living, esnifando, y de allí a la Embajada, a buscar la mejor, la de Colombia distribuida por la DEA. Y que los ortos vigilantes marchen y garpen, marchen y garpen, y yo los veo marchar por la tele, desde Miami, yo los veo desde playas de Cancún, bajo el sol esnifado, y ellos aquí, que marchen y odien bajo la lluvia, y que me garpen la fiestonga, que para eso se hicieron los giles en este mundo, mamma mia", dijo, desencajado.

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