CORREO
Estoy envenenado, no sólo por el humo que me están haciendo respirar y comer todos los días de mi vida de la quema indiscriminada en las islas, sino también de los estúpidos Rosarinos que apoyaron al campo y vivaron al anarquista jetón en beneficio propio Alfredo De Angeli que pedía solidaridad con la pobre gente del campo, y los idiotas útiles que salieron a hacerle el caldo gordo a él y a la Sociedad Rural.
No veo a nadie del campo solidarizado con los rosarinos que nos estamos ahogando y enfermando de respirar esta mierda, ni los esmerados ecologistas entrerrianos que tanto reclamaron por la instalación de las pasteras y miran para otro lado, las islas son de ellos. Espero que se den cuenta argentinos de quién es quién, y que es lo único que les interesa a los que tienen la tierra y la moneda. Me acuerdo de todo lo que escuche durante más de 100 días de las "victimas" de las injustas retenciones, pidiendo solidaridad, federalismo, justicia, impuestos justos, y tantas otras mentiras, bajo el paraguas de la lucha del pueblo contra el tirano Estado.
Por eso quería recordar esto y que si bien el problema hoy no está en la Capital y nadie habla, esta es la realidad en la ciudad de Rosario, pero no veo ni movilizaciones, ni cacerolas, ni tractores y mucho menos solidaridad alguna.
Hector D'Ippolito
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