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El anuncio de la reglamentación de la ley de protección integral de niñas, niños y adolescentes y lo valoró, tras el año de demora es una buena noticia y un reconocimiento a la Legislatura que votó por unanimidad la norma.
Hace más de un año que se publicó en el boletín oficial y realmente era inexplicable la demora en la reglamentación. Hubo innumerables expresiones de instituciones vinculadas a la temática que fundamentaban desde distintas perspectivas la imperiosa necesidad de que la norma fuera reglamentada. Así los Colegios de Profesionales denunciaban que los niños son separados de sus progenitores, alojados con familias por
tiempos prolongados sin regularización en función de lo que manda la ley; las organizaciones no gubernamentales comprometidas con la niñez reclamaban la conformación del Consejo Asesor para ser escuchados desde un ámbito institucional como la ley propone. Estamos esperanzados en que en el mediano plazo se empiece a dar respuesta a estas y otras zonas grises que significaba una ley vigente sin reglamentar.
Somos concientes de que los problemas no se solucionarán de un día para otro, pero será muy importante la actitud que tome el gobierno en este sentido para dejar marcada una huella que continúen y profundicen las próximas gestiones. Es
necesario definir políticas de estado para la niñez y ello requiere de un oficialismo dispuesto al diálogo, sin soberbia, que busque consensos y no imposiciones y una oposición que acompañe con propuestas y alternativas que mejoren las ideas que se debatan.
El Registro único de aspirante a guarda con fines adoptivos es el próximo desafío que tenemos en la Legislatura y que de alguna manera complementaría lo que empezó a solucionar la ley 12.967 de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes. Es necesario avanzar en todos los instrumentos legales que garanticen efectivo ejercicio de los derechos a la niñez.
El Registro es una ley esperada y reclamada por un número importante de ciudadanos que perciben en esa norma la posibilidad concreta de transparencia y agilidad para el trámite de adopción y a su vez es la posibilidad cierta que se abre a un número igual de niños y niñas a incorporarse a una familia que les brinde el amor y la contención que hasta el momento les han sido negados.
Si bien hay dos medias sanciones, una del Senado, iniciativa de Eduardo Rosconi y otra de Diputados, síntesis de tres iniciativas, estamos convencidos de que podremos alcanzar
un texto único y volver al recinto para darle sanción definitiva por unanimidad.
Marcelo Gastaldi
Diputado del PJ
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