Avances y discusiones

La concepción de la salud como un bien social a defender, como un derecho humano a exigir y como un servicio a brindar desde el Estado es un camino bastante lleno de obstáculos para atravesar, sobre todo difícil de abrir en una economía de mercado que transforma al paciente en cliente y a partir de allí deshumaniza y concibe a la persona y su enfermedad en una figura rentable. Si recordamos los shoppings de los 90, en la vidriera de las vanidades aparecieron las obras sociales privadas o prepagas, que pugnaban por los padrones de las obras sociales sindicales con altos ingresos. ¿Qué pasaba con la salud pública? Abandono y desidia. La salud se había transformado en un bien de consumo accesible para pocos.

En el 2005 y 2007 presentaba el proyecto sobre Sistema Integral de Salud, donde señalaba que el sistema sanitario argentino se encontraba fragmentado, presentaba serias falencias, se caracterizaba por ser un sistema en el que operaban fuertes pujas redistributivas y que, fundamentalmente, excluía. Nuestra provincia se caracterizaba por sumarse alegremente a las diferentes iniciativas nacionales como la regionalización, el hospital de autogestión, la participación en los nuevos programas financiados con créditos internacionales como Promin o el Remediar, y así todos fueron superponiéndose como capas geológicas, sin poder establecer cuál era la identidad sanitaria de la provincia, sus proyectos de lucha contra la exclusión, su modelo de desarrollo humano sustentable y estrategias de participación social y de descentralización. En mi experiencia como legisladora y militante de los derechos a la salud integral, fue significativo que en el 2010 se promulgara el proyecto de mi autoría sobre Mecanismos para los Cuidados Paliativos. Allí encuentro la posibilidad del acceso a todas las herramientas que posibilita la ciencia para todos y todas, sin exclusiones, desde el hospital público, poniendo a la persona y a su dolor en el centro de la atención, como eje de políticas públicas sobre derechos humanos. No tenemos mejor ejemplo que éste sobre la interdisciplinariedad actuando para calmar y abreviar el dolor. El Estado presente, acompañando las decisiones responsables de sus ciudadanos.

Este paso energizante consigue que intentemos discutir una vez más en nuestra legislatura qué modelo de salud queremos para las santafesinas y los santafesinos. Calidad, gratuidad, acceso universal, equidad. Mucho por discutir, inclusive discriminación. En cada concepto a debatir se discute qué concepción tenemos acerca de los ciudadanos y ciudadanas que nos eligieron, cómo percibimos sus derechos, y sobre todo cómo salvamos esas diferencias que discriminan, y a veces también matan.

Alicia Gutiérrez

Diputada Provincial