Topadoras

El derribo, topadora mediante, de distintos kioscos de drogas en los últimos días disparó la polémica acerca de la eficacia de estas acciones. Desde lo simbólico compartimos el mensaje que se quiere transmitir desde la Intendencia y el gobierno de la provincia, pero está claro que los topes con que nos enfrentamos cuando combatimos al narcotráfico van mucho más allá de algunos ladrillos.

Nuestra adhesión a lo hecho por el gobierno tiene que ver con lo expresado por los propios vecinos. Para ellos el problema es el kiosco que está en la cuadra o a la vuelta y lo que pretenden es que desaparezca de la zona. Al vecino le ocasiona problemas concretos que van desde la inseguridad hasta la desvalorización de su casa. Por eso quiere que sea destruido y desde ese lugar es razonable la postura. Sin embargo, desde el Estado debemos tener en claro que no solucionamos el problema sino que lo desplazamos, ya que seguramente se instalará otro punto de venta mientras no se desbarate la banda criminal que opera en la zona.

Para un trabajo eficiente en materia de lucha contra el narcotráfico, es indispensable contar con una policía honesta y comprometida. Este gobierno cuenta con el presupuesto básico para generarla ya que es un gobierno transparente y sin complicidades. Además, la UIF debe dejar de ser un organismo potencial y empezar a combatir efectivamente a quienes lavan dinero; la Aduana no es un actor de reparto en esta temática; la Justicia Federal debe estar apta desde lo estructural y desde lo operativo para llevar adelante investigaciones y procesos exitosos.

Hoy la realidad indica que el narcotráfico se ha convertido en una forma rápida de obtener dinero y cierto estatus en las barriadas de la ciudad. Por lo tanto, la lucha contra el narcotráfico pasa por lo policial, pero también por lo cultural y es con esa visión que todos debemos planificar y ejecutar acciones que derrumben todos los topes con los que hoy nos enfrentamos.

Fabián Peralta

Diputado nacional

Partido GEN