Enero ardiente

Dos acontecimientos fundamentales nos remiten a enero de 1919: en Alemania el aplastamiento de la revolución Espartaquista, la experiencia de los consejos de obreros y soldados socialistas y libertarios; en la región argentina, la huelga general que se inició en diciembre de 1918 en los talleres metalúrgicos de Vasena y que se extendió como una llamarada de insumisión y solidaridad.

Un hilo conductor une los hechos a pesar de la distancia geográfica. En el primer caso y luego de la primera Guerra Mundial el movimiento obrero de Alemania decidió poner en marcha un proceso de cambios sustanciales que fue ahogado a sangre y fuego con los asesinatos de miles de proletarios, de luchadores sociales como Rosa Luxemburgo, Karl Liebneck, Gustav Landauer y Kurt Eisner. La derrota de la revolución socialista germana mostró la defección y traición de los socialdemócratas y el posterior ascenso del nazismo, con su secuela de horrores genocidas.

En la región argentina quedó en evidencia cómo la burguesía y sus mandaderos se abroquelaron frente al desafío de los de abajo. En la región argentina la prolongada huelga de la Semana de Enero dejó una secuela de obreros muertos, cientos de heridos, prisioneros y deportados, víctimas de las fuerzas represivas estatales del gobierno de Yrigoyen y de paramilitares.

La Liga Patriótica Argentina, grupo de choque que encabezaban Manuel Carlés, Francisco P. Moreno y Moseñor D'Andrea, la integraban los jóvenes cajetillas vinculados y financiados por la Sociedad Rural y la Unión Industrial, quienes perpetraron el primer Pogrom (matanza de personas judías) en la historia del país, como lo registra la novela La pesadilla.

En esas jornadas del tórrido verano de enero de 1919 quedó en evidencia la capacidad de lucha solidaria de los trabajadores organizados en torno a la Federación Obrera Regional Argentina (F.O.R.A del Vº Congreso) de tendencia anarco﷓comunista. Los proletarios obligaron con su lucha a Vasena a aceptar su pliego con la reducción de la jornada laboral y aumento de salarios.

Ardiente memoria de hechos que nutren la larga historia de luchas sociales que no deben olvidarse, ya que son hitos en el largo camino a recorrer para la emancipación integral.

Carlos A. Solero

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