Los micros radiales y televisivos que con nuestros dineros realiza el gobierno de la provincia referidos a sus "preocupaciones" por la educación, indignan por lo inoportunos, por la inescrupulosidad de sus autores e inspiradores y por la falacia que representan. Cuántas nuevas aulas incorporó la provincia de Santa Fe en los veinte últimos años para acompañar el crecimiento de la demanda educacional? ¿Qué cantidad de escuelas técnicas se han inaugurado y a cuántos educandos albergan?

¿A qué escuelas se le han hecho refacciones que impliquen confort, condiciones de trabajo dignas para docentes y alumnos, seguridad, abrigo, etc. que las tornen acogedoras? ¿Con qué materiales didácticos han sido provistas, cuántos libros se han entregado a sus bibliotecas, qué elementos disponen los docentes para sus clases y qué impide conocer en detalle el monto de las partidas por escuela que se destina a mantenimiento, higiene y limpieza? Si es tan prioritaria la educación en tiempos electorales, ¿no sería mejor campaña hacerse cargo de los déficit que denuncian padres, cooperadores, maestros y personal no docente en la atención obligatoria de las escuelas por parte del Estado? ¿Por qué no se difundió con más fuerza el reclamo de decenas de escuelas que carecían de vidrios, calefacción, agua potable, sanitarios suficientes, sillas, porteras/os, etc. y que muchas incluso debieron suspender clases?

Todos sabemos que el paro de actividades perjudica a los educandos, pero quién levantó la voz, protestó, investigó el destino de los fondos destinados a resolver los déficit de estructura en la educación santafesina, presentó una propuesta, un proyecto, concretó una evaluación de la situación de la educación provincial y con la verdad en la mano pudo reunirse con padres y maestros para encarar una solución o al menos fijar pautas distintas que minimicen el tremendo daño que le estamos haciendo al futuro de las generaciones venideras. ¿Cuántas escuelas (edificios y estructura) se necesitan en la provincia para implementar dictados de clases en dos turnos, con comedores escolares adecuados, con posibilidades de actuar en la contención de cientos de miles de educandos y con docentes lo suficientemente incentivados como para no volver a asistir a estos reclamos? Los que criticaron la actitud del gremio docente, los que se quejaban por no tener qué hacer con los hijos en la casa, como "consecuencia" del paro y forman parte de esa clase media que por verse restringida en gastos no puede acceder a las escuelas privadas, caras e inaccesibles y en las que no tienen derecho siquiera a cuestionar contenidos educativos, qué soluciones propusieron... ¿Qué dicen de las funciones que deben cubrir hoy lo docentes en un clima de irracional violencia colectiva, contener a padres irascibles que creen que la "escuela educa" y no saben que eso es función de la familia y que la escuela debería, capacitar, instruir, darle las herramientas que la sociedad les requerirá para el trabajo, el arte, el conocimiento que les permitirá desenvolverse en la vida y la capacidad de razonamiento para analizar las cosas y no ser usados, perseguidos o explotados? ¿Qué propuesta electoral conocida y difundida, debatida con la sociedad, analizada en profundidad y realmente consensuada por sobre los mezquinos intereses ideológicos de algunas selectas minorías, podremos convertirla en una nueva y definitiva ley de educación para garantizar la excelencia en los tres niveles? ¿Qué futuro nos espera en estas condiciones? ¿No será hora de reaccionar?

Angel M. Contestí