Para nuestra hija

Estas líneas van dirigidas a nuestra hija, que ya fue asaltada varias veces en la vía pública por motochorros. Es una respuesta a sus inquietudes y a su extrema preocupación.

Esto pasa, hija, porque durante muchísimos años los gobiernos que se sucedieron solamente se ocuparon de sus propios intereses, y todo lo que ocurrió alrededor fue desatendido. Son los principales responsables de una Argentina decadente. Las distintas generaciones crecieron sin el amparo necesario de la clase dirigente. No hubo ni hay un proyecto de país, porque jamás se pensó ni se piensa en el más allá, en el porvenir de los ciudadanos. El pensamiento de esta gente que le hizo y le sigue haciendo tanto daño al tejido social es a corto plazo, acotado, imprevisible, perverso. No existió ni existe un trabajo a futuro para construir paulatinamente un modelo que contenga a todos los habitantes de esta Nación. Hoy, las consecuencias son estremecedoras. La delincuencia crece, y va de la mano de un deterioro de los niveles de educación y de la falta de trabajo. Pero, no hay que bajar los brazos. Vos tenés un camino muy largo para recorrer, y toda esta basura que se ve diariamente no debe quitarte las esperanzas de ser cada vez mejor en lo que vayas a hacer.

Karina González

Marcelo Malvestitti