Alzar las voces

Las imágenes son elocuentes y hablan por sí mismas. Mientras en la ciudad de Mar del Plata miles de mujeres se congregaron en su XXX Encuentro Nacional, debatiendo problemáticas y coordinando acciones sobre temas que cuestionan a toda la sociedad, mujeres y varones. Cuando estas mujeres ganaron la calle para denunciar los femicidios fueron feroz y arteramente atacadas por un grupo de neo nazis y además fuerzas estatales desataron sobre ellas una violencia explícita mucho más que simbólica, material.

Es posible señalar a los femicidios como síntoma de una sociedad que más allá de los discursos oficiales continúa legitimando la ideología patriarcal sustento y fundamento de la dominación y la explotación.

El femicidio es un claro analizador social que pone al desnudo el conjunto de dispositivos de sometimiento y la violencia ejercida sobre los cuerpos, que cuenta con una clara complicidad institucional por acción y omisión.

A quienes detentan los micro y macropoderes les irrita y perturba que se visibilicen las prácticas perversas que en lo cotidiano cosifican a las mujeres, haciendo de sus cuerpos una simple mercancía que cotiza en el mercado de un modo u otro, a través de la trata o el uso indiscriminado de mecanismos prostituyentes.

Es insoslayable alzar las voces pero a la par, accionar solidaria y activamente frente a la oleada de muertes que no cesa y es uno de los rostros más siniestros del sistema vigente: el capitalismo patriarcal.

Carlos A. Solero