CORREO
Invariantes de un discurso
Si hay algo que no se le puede negar a los discursos del ministro de Economía del gobierno del presidente Mauricio Macri es coherencia, dentro de su lógica de ex funcionario del banco HSBC y de activista oficioso de las rentas de la viuda de Fortabat con cuentas con fondos de dudoso origen depositados en Europa.
En efecto, mucho nos recuerda al discurso inaugural de José Alfredo Martínez de Hoz durante el mandato del general Jorge R. Videla en los albores de la dictadura cívico militar (19761983).
Es innegable que Alfonso Prat Gay está diciendo claramente el rumbo marcado para las políticas económicas y sociales. Un discurso que ningunea a cualquiera que no pertenezca a la élite de la ciudad puerto de Buenos Aires, triunfante con Bartolomé Mitre en la Batalla de Pavón contra Urquiza y en su guerra punitiva contra las montoneras del Chacho Peñaloza en el antepasado siglo XIX, continuadas luego contra Felipe Varela y Ricardo López Jordán. El unitarismo llevado al paroxismo, como bien señalara con claridad el lúcido Ezequiel Martínez Estrada en la Radiografía de la Pampa y La Cabeza de Goliath.
Además, A.Prat Gay, vocero emergente de la Alianza Cambiemos, es muy didáctico y se expresa casi en los términos de Miguel Cané con la ley de Residencia, bajo el gobierno de Roca. Cuando dice querer acabar con la "grasa militante", parece un discurso del Almirante Isaac F. Rojas en setiembre de 1955 o el 5x1 del General J.D. Perón y sus palabras en mayo de 1974.
Por si esto fuera poco, luego de criticar la manipulación de índices inflacionarios del gobierno de CFK, ahora el IndecTodesca demorará 8 meses en dar su "índice certero y confiable", mientras tanto, tomará como IPC el de la Ciudad de Buenos aires, lugar donde los salarios son más altos que en el resto del país y en el que los pasajes de transporte y otros servicios están subsidiados por la población laboriosa de toda la Región Argentina, que goza de ello. Los habitantes de los barrios cerrados pagan energía más barata que un habitante de Rosario, Salta o Jujuy.
Alfonso Prat Gay es coherente. Plantea cambios, cambios regresivos que contribuirán a ampliar la brecha entre ricos y pobres, la minoría consumista e incluida, y los excluidos.
A casi cuarenta años del golpe cívico militar de marzo de 1976, versiones corregidas y aumentadas del neoliberalismo, la perversidad lingüística y las prácticas de las corporaciones capitalistas y el empresariado prebendario, con aplaudidores, esbirros y aliados que llevan a la clase trabajadora hacia el abismo.
No podemos permanecer indiferentes.
Carlos A. Solero
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