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Otro editorial de La Nación que quiere hacernos retroceder. No caben dudas acerca de los intereses que defiende y promueve el periódico fundado por Mitre. Pero, al parecer, el "cambio de aire" político en el país con el triunfo de Macri, ha entusiasmado a los escribas oficiales de este medio, que nos regalan cada vez más frecuentemente explícitas y "militantes" editoriales contra cada uno de los derechos que conseguimos como pueblo y que hoy intentamos preservar frente a la nueva oleada conservadora. No nos sorprendió, aunque nos preocupó, el repudiado editorial que al día siguiente de la victoria del nuevo presidente, clamaba por la libertad y la reconciliación con los genocidas.

Claro que nos preocupa. Porque La Nación hoy forma parte del aparato de comunicación de los sectores económicos y políticos que nos gobiernan. Ya no solo expresa la opinión de una poderosa élite económica, sino que pretende marcar directamente y desde adentro la agenda política del gobierno. Y en algunos casos, parece hacerlo con mayúsculo éxito.

Ahora vienen por la legislación laboral. Primero exigiendo una reforma laboral hecha a medida de los empresarios, con precarización, reducción de cargas sociales y un estado bobo que no intervenga. Luego, en su editorial del miércoles 27, cuestionando el descanso dominical que se aprobó en la provincia de Santa Fe y entró en vigencia en Rosario.

En dicha editorial, La Nación enumera una serie de argumentos para oponerse al descanso dominical. Los efectos supuestamente nocivos alertados por este texto patronal, son los mismos por los cuales defendemos esta medida desde una mirada popular, a pesar de lo limitada que pudiera ser la ordenanza aprobada.

Los y las trabajadores sabemos muy bien que estamos en un contexto crítico. Porque no llegamos a fin de mes, porque la inflación es insostenible, por el tarifazo. Pero analizamos sus causas y soluciones inversamente a los intereses de los grandes empresarios y su diario. No necesitamos que los dueños de ganancias exorbitantes durante los últimos 15 años, como Coto y las multinacionales Carrefour y Jumbo, nos vengan a decir ahora que la situación está complicada y a extorsionarnos con salarios bajos y pérdida de derechos a cambio de empleo.

Vienen por todo. Porque el retroceso sea total. Solo podremos hacerles frente unidos y en las calles.

Fernando Rey

Referente de Patria Grande